VITORIA- Iker Martínez, fresador de profesión, también está estos días confinado entre cuatro paredes como consecuencia del estado de alarma que entró en vigor el pasado 14 de marzo. Sin embargo, eso no significa que se haya quedado de brazos cruzados, sino más bien al contrario, dado que desde ese día, se ha sumado a una iniciativa solidaria nacional llamada Reesistencia Team, surgida en Asturias, con el fin de poner su granito de arena en la lucha contra el coronavirus. Ello le ha llevado a poner en marcha en Euskadi una gran cadena de montaje, que él mismo se encarga de coordinar, con el fin de que los 1.491 voluntarios que tiene ya en la actualidad en el País Vasco creen en las impresoras en tres dimensiones que cada uno de ellos tiene en sus casas unas viseras de PVC que protegen a los sanitarios de salpicaduras (como las procedentes de estornudos, tos, etc.).

Toda una gran fábrica sin ánimo de lucro, puesto que sus productos los regalan de forma gratuita, y que en Álava cuenta con 149 "operarios", que en apenas una semana han conseguido hacer en este territorio histórico 150 viseras para proteger a médicos, enfermeras o celadores, de las que 110 ya están en el Hospital de Txagorritxu y otras 40 en el de Santiago. "También hemos enviado a los centros de salud de Legutio, Otxandio, Durana y Ubidea y también a alguna residencia", detalla este particular manager.

Ayer mismo tenían la intención de empezar a centrarse en los tres centros de salud referentes en Vitoria del Covid-19 (Salburua, Zabalgana y Lakuabizkarra), más "en todos los que nos necesiten y que nos han ido pidiendo", como ha sido el caso de los ambulatorios de Aranbizkarra o el de La Habana. "y también queremos entregar viseras en el barrio de Zaramaga porque es una zona de la capital alavesa que congrega a bastante gente mayor y éstos son uno de los grandes grupo de riesgo del coronavirus", resalta este joven.

La "maquinaria" de trabajo que tienen en este caso todos los voluntarios son la impresoras 3D de sus hogares, las cuales no paran durante dos horas y media, que es el tiempo aproximado que se tarda en fabricar el soporte horizontal de la visera, "que los hacemos de dos en dos", detalla Martínez. A estos soportes luego les añaden una lámina en PVC, en formato A4 y todo ello se sujeta en la cabeza mediante una goma elástica. "Detrás hay un gran equipo. Empezamos con 50 personas en Euskadi y ahora somos casi 1.500", explica orgulloso Martínez.

Como recuerda, lo primero que se propuso hacer desde la Reesistencia Team fue hacer unos respiradores de bajo coste, un dispositivo funcional respiratorio que se puede hacer en tan sólo 96 horas, para ayudar a las personas contagiadas por coronavirus que precisaran de sistemas de ventilación mecánica, al ser uno de los artículos más demandados durante esta pandemia y que más están escaseando por todo el planeta.

Equipos EPI "El proyecto está hecho y ahora estamos esperando a conseguir que Sanidad los valide y mientras, en este lapso de tiempo, hemos empezado a hacer estas viseras, que aunque no están homologadas por Sanidad, protegen a los sanitarios de los estornudos o de cuando alguien tose porque nos dimos cuenta de que había quejas porque no había los suficientes equipos de protección individual (EPI) y de que las gafas tipo de buceo que llevaban, les apretaban", especifica. Así decidieron crear estas viseras que permiten a los especialistas que lleven debajo de ellas también sus gafas y mascarillas, con la idea de proporcionarles una barrera adicional frente al coronavirus. "Si bien, hay que advertir que el uso de estas viseras no exime de tener que llevar y mascarillas", aclara.

Todo un trabajo en equipo que no sería posible, como precisa, sin la ayuda de otro gran eslabón en esta cadena de montaje: el de las donaciones que están haciendo particulares y empresas, "porque al principio, cada voluntario las hacíamos con nuestro material", pero llegó un momento en el que se acabó. De ahí que sean necesarias más donaciones para que ellos tengan bobinas de filamentos con las que poder imprimir, además de láminas de PVC para colocarlas y gomas elásticas que ayuden a colocar las viseras detrás de la cabeza. "Realmente lo que pedimos es este tipo de material, no queremos donaciones económicas", matiza.

La ayuda de Martínez tampoco acaba a la hora de coordinar al equipo de Euskadi de Reesistencia Team o de imprimir en 3D en sus casas estas viseras, ya que, hasta que no tengan a alguien que les ayude a repartir el material, él mismo acompañado de otros integrantes de esta red, se encarga de enviar este material a hospitales como el de Santiago, como han mostrado en un vídeo colgado en Youtube, e incluso de explicar a los sanitarios cómo se montan. Respecto a otros proyectos que quiera hacer, Martínez apunta al que ya tenían en mente antes de las viseras: el de fabricar respiradores automáticos, de los que una parte también se hacen en impresora 3D y otra va cortada a láser.

Las personas que estén interesadas en ayudar en estas iniciativas o sumarse a ellas con su tecnología o sus donaciones pueden hacerlo en iker@covideuskadi.net. l