Llegó a la presidencia de la Federación alavesa de pelota en 2016 para sustituir a Fernando Palacios que cumplía el ciclo máximo de dos mandatos que permiten los estatutos de la entidad y en su horizonte particular está 2024, cuando sea él quien se vaya. Desde pequeño iba con su aita al frontón y se ha forjado en el club de pelota Zaramaga, donde ha sido técnico. Durante tres décadas, además, le ha pegado a la pelota con la mano, pero en los últimos años empuña la pala cuando va a la cancha porque para él "el deporte es como una terapia".
Cuando llegó a los despachos la promoción de la pelota en la provincia y el impulso de la herramienta eran algunos de sus objetivos, pero en su camino se ha topado con una pandemia que le han hecho replantear las necesidades. Ahora trabaja para dejar este deporte, como mínimo, en los mismos números que había cuando llegó.
Llegó al cargo con la intención de hacer crecer este deporte y la pandemia no se lo ha puesto fácil.
Llegué diciendo que, por lo menos, había que dejarlo como estaba, pero la pandemia no nos la ha puesto fácil, aunque por lo menos podemos decir que seguimos con toda la infraestructura. Sigue el deporte escolar, sigue el federado, sigue todo adelante, que no es poco€ En general el deporte escolar ha perdido un 40% de volumen, pero confío en que se vaya retomando el camino, que las ikastolas y las AMPAS se pongan en marcha al 100% y estaremos ahí para trabajar con ellas. El curso que viene tiene que ser el de recuperación.
¿Cuál es la fotografía de la pelota alavesa ahora?
Tenemos una veintena de clubs, entre federados y escolares habrá unas 2.000 personas involucradas y somos una provincia de pelota a mano, de pala y de cesta.
¿Cómo llevan eso de integrar a las mujeres en un deporte tradicionalmente de hombres?
Ese ha sido uno de nuestros ejes de siempre. Siempre hemos trabajado en torno al euskera, a la igualdad y a la integración. En Álava, además, contamos con unas cuantas mujeres que están tirando del carro. Está Leire Garai que, cuando las mujeres que teníamos jugaban a pala, ha apostado por la mano y está consiguiendo hacerse su hueco. También está Nagore Martín y Ane Ibáñez, que en pala argentina también son referentes. Todas ellas están ayudando a visibilizar este deporte entre las chicas.
¿Lo de atraer cantera y luchar contra la fuerza del fútbol y el baloncesto cómo lo llevan?
La verdad es que tenemos una buena estructura y 4 locos que tiran del carro y eso ha hecho que la pelota siempre se mantenga ahí. Siempre presumiremos de que es nuestro deporte. Los demás son importados y este es el nuestro. Eso tiene tirón también.
Cuando se llega a edad juvenil se pierde mucho volumen de deportistas, ¿cómo lucha la pelota alavesa contra eso?
En la pelota hay muchos deportes en uno, muchas modalidades. Hay pelota a mano, pala, trinquete, remonte€ y es cierto que cuando llegan los estudios superiores, la universidad, hay un desenganche, pero, además, en pelota mano, cuando se pasa de pelota blanda a pelota dura, también hay un corte porque es un deporte muy exigente. Lo que intentamos hacer es plantear que hay más opciones, muchas modalidades de pelota para practicar, que se puede ser juez, entrenar, colaborar en la dinamización de deporte escolar€ Hay muchas cosas alrededor de la pelota en las que se puede estar.
¿Cómo es la relación con los clubes?
En ciertas cosas es la Federación la que tira del carro y en otras los clubes. Hay veces que somos animadores y facilitamos medios en las iniciativas de los clubes y otras veces que somos quienes organizamos. Entre todos hemos conseguido sujetar el mástil y ni en los peores momentos de la pandemia hemos parado y eso es para destacar. Me he encontrado con gente bastante participativa y se agradece. Incluso alguna vez me ha tocado frenar y la verdad que es algo que cuando me vaya pondré en valor.
¿Cómo le gustaría dejar la Federación cuando acabe su segunda legislatura?
Pues recuperada en cuanto a números y en manos de alguien con ilusión, con ganas y que viva la pelota muy de cerca, como la he vivido yo siempre.