31 de diciembre de 1955

l Deportivo Alavés compite -por segunda temporada consecutiva- en Primera División, tras su nuevo ascenso a la categoría reina de nuestro fútbol al finalizar la temporada 1953-54. La competición guarda fiesta el domingo 25 de diciembre, para que los futbolistas puedan pasar las fiestas navideñas con sus familias. El equipo ha estado trabajando hasta el viernes 23 y Manolo Etxezarreta, técnico albiazul, ha decidido dar tres días de asueto a sus futbolistas: 24, 25 y 26 de diciembre. El martes 27 se reinician los entrenamientos.

Es el tercer parón que sufre el campeonato, sin haber finalizado aún la primera vuelta, y los dos anteriores se corresponden con las fechas del 27 de noviembre y 11 de diciembre, ambas en domingo. En la primera de ellas el motivo del ‘reposo’ han sido los partidos de la Selección de España frente a Irlanda (2-2) el 27 de noviembre en Dublín e Inglaterra (4-1) el 30 de noviembre en Londres. También el 27 la Selección ‘B’ se enfrentó a la de Grecia (5-1) en Madrid, siendo dirigida desde el banquillo por Jacinto ‘Chari’ Quincoces. El 11 de diciembre la Liga fue interrumpida al celebrar el Sevilla FC sus Bodas de Oro.

Al descanso liguero -con trece jornadas jugadas- los albiazules llegan en puestos de Fase de Permanencia. Son dieciséis los conjuntos que compiten en Primera, descendiendo directamente dos y teniendo que jugar esa ‘dramática liguilla’, frente a cuatro equipos de Segunda, otros dos. Los alavesistas ha brindado un excelente regalo de Navidad a sus seguidores. El domingo 18 de diciembre -en Mendizorroza- se han impuesto rotundamente al Celta (5-1), con goles de Etxaniz (2), Ibarra, Ucelay y Arbaizar.

El domingo 1 de enero de 1956, Año Nuevo, vuelve el espectáculo liguero y el Deportivo Alavés rinde visita a San Mamés. Allí le espera el Athletic, líder de la competición y futuro campeón de Liga, que adelanta en doce puntos a los de Mendizorroza. Todo el entorno albiazul se ha conjurado. ¡Se quiere dar la sorpresa en ‘La Catedral’!

El lunes 26 de diciembre se reúne la Directiva alavesista que preside Luis Molina y acuerda, a petición del entrenador, que el equipo quede concentrado el 31 de diciembre de 1955 en el Hotel Arana de Bilbao, en pleno Casco Viejo de la capital vizcaína. La expedición sale de Vitoria el sábado -día de Nochevieja- a media tarde en autobús.

Como delegado viaja el vicepresidente del club, Cayetano Ezquerra, que explica los motivos de esta decisión: “Le damos mucha importancia al partido. Estimamos, pese a la gran diferencia que hay entre uno y otro equipo, que debemos disputarlo en un estado físico a pleno rendimiento. Nuestros jugadores no tienen necesidad que adoptemos estas medidas, son muy buenos chicos, pero queremos que estén descansados y frescos”.

El capitán albiazul, José Mari Erezuma, ratifica las palabras de su directivo: “Estamos contentos de ir concentrados a Bilbao. Estar todos juntos, reunidos, celebrando la salida y entrada del año es perfecto. Se va a aumentar nuestro espíritu de camaradería”.

El Athletic, al que dirige Fernando Daucik, entrena el sábado 31 por la mañana en San Mamés. Tras el entrenamiento todos los jugadores convocados quedan recluidos -desde la hora del almuerzo- en el Hostal San Bartolomé en Lejona (Leioa).

Los albiazules celebran el agur de 1955 y el ongi etorri a 1956 de manera sencilla. ¡No faltan las uvas ni una copa de champagne! Poco después de la medianoche los jugadores están en sus habitaciones. ¡Todos sueñan con derrotar al Athletic! ¡Se va a estar cerca!

El Deportivo Alavés jugó con Carlos; Sanz, Erezuma, Gorospe; Aitor, Ibarra; Arbaizar, Etxeandia, Ucelay, Etxaniz y Erdozia. Ucelay (6’) y Etxaniz (10’) pusieron el 0-2 en el marcador. Posteriormente los rojiblancos remontaron y lograron el 3-2 final.

Pese a ser Año Nuevo y comenzar el encuentro a las cuatro menos cuarto de la tarde, cerca de 3.000 seguidores albiazules estuvieron en San Mamés. Llegaron en todos los medios de transporte posibles y de la euforia inicial pasaron a la tristeza final.

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