10 de septiembre de 1950
n el campo de Gobela, frente al histórico Arenas Club, el domingo 10 de septiembre de 1950 comenzaba su andadura, como futbolista del Deportivo Alavés, uno de los más grandes -pequeño de estatura- que hayan vestido la elástica albiazul a lo largo de su historia: Primitivo Ruiz Díez. ¡Conocido, querido y llamado ‘Primi’!
Desde aquel domingo hasta su último partido como albiazul -7 de junio de 1959-, teniendo en cuenta que estuvo retirado del fútbol en la temporada 1957-58 y volvió el 15 marzo de 1959, el de Beasain habrá sumado unos números de ‘crack’, lo que era.
Sus cifras: ocho temporadas; doscientos siete encuentros oficiales; cuarenta y nueve goles totales; un ascenso a Segunda; otro a Primera; dos campañas en la máxima categoría del fútbol estatal; cuarenta y seis partidos entre los grandes -está entre los cincuenta futbolistas del Deportivo Alavés con más partidos jugados en Primera con su camiseta-; once goles como primer divisionista; decimocuarto goleador histórico por detrás de Julio Salinas (12 goles) y por delante de Manolo Olivares, Munir y John Aloisi (10).
De la mano de ‘Primi’ vamos a dar unas breves pinceladas de su vida alavesista, para mostrar lo que fue y representó este guipuzcoano -reconvertido alavés- para el Glorioso. Vuelvo a repetirlo: ¡’Primi’ es uno de los más grandes albiazules de su historia!
Aparece en Vitoria para realizar el servicio militar obligatorio: “Llegué con una maleta de madera al Campamento de Araca en el mes de abril de 1950, junto a mi inseparable Agustín Barcina”. El Deportivo Alavés siempre atento a los reclutas que llegaban para hacer la ‘mili’, lanza sus redes: “Un directivo albiazul, militar de profesión, se enteró que jugábamos en el Beasain y dio nuestros nombres a los técnicos del club. El 18 de junio fuimos probados en un partido amistoso frente al Sestao en Murguía. Debimos causar buena impresión y nos propusieron firmar. No lo dudamos un solo momento”.
Su primer ascenso no tarda en llegar: “Ganamos al Caudal de Mieres 1-0 en Mendizorroza el 8 de julio de 1951 y ascendimos a Segunda. El júbilo de los aficionados presentes en el campo, se trasladó a toda la ciudad horas más tarde”. Luego vendría otro, aún más importante: “Las claves del éxito de aquel equipo para ascender a Primera División, se basaron en un perfecto compañerismo, el buen nivel futbolístico de la plantilla, el espíritu de lucha y pelea que ofrecíamos partido tras partido, la perfecta dirección técnica de nuestro entrenador Manolo Etxezarreta y el gran apoyo que teníamos desde las gradas. Los aficionados nos mostraban todo el cariño del mundo”.
En Primera se hizo célebre su marcaje a Alfredo Di Stéfano: “Etxezarreta me colocó como medio y me ordenó que marcase al argentino por todo el campo. El del Real Madrid no tocó un balón en todo el partido y conseguí anularle sin dar una sola patada. Al final del encuentro se acercó y me felicitó por mi actuación”.
Se retira y acude a la llamada de auxilio del club: “Descendimos, con gran tristeza, a Segunda al finalizar la temporada 1955-56. La siguiente temporada volví a defender la camiseta albiazul y en junio de 1957 decidí retirarme. A finales de la 1958-59 el equipo se encontraba en una delicada situación, con riesgo de descenso a Tercera y volví a petición de Manolo Etxezarreta. Jugué seis partidos de Liga y dos de promoción y tras dejar al equipo en Segunda colgué las botas definitivamente”. ¡’Primi’: un grande!
‘Primi’ se estrenó como goleador en Primera a lo grande. El 5 de diciembre de 1954 visitaba Mendizorroza la UD Las Palmas (4-1) y el de Beasain marcó tres goles de los cuatro logrados por el equipo. El primero de un perfecto remate de cabeza.
El polivalente albiazul se casó con la vitoriana María Araceli, hija del que fuera directivo Benicio Bujanda. Con ella iba a viajar a Dortmund a presenciar la final frente al Liverpool en 2001. Araceli se indispuso y ‘Primi’ realizó el viaje en tren junto a Etxeandia.
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