o que parecía imposible hace treinta días es posible hoy, 31 de mayo, y el Deportivo Alavés, al haber ‘recuperado el factor campo’, depende única y exclusivamente de sus resultados para no descender a categoría Regional. El 26 de abril, a falta de cuatro jornadas, el equipo era noveno, se desciende a partir de la octava posición, y la salvación estaba a tres puntos de distancia, la victoria suma dos.

El conjunto de Mendizorroza ha encadenado dos victorias consecutivas, Barakaldo (2-1) y Villosa (0-1), mientras que sus rivales por eludir el descenso, Palencia y Basconia, han dejado de tener ese cochón de puntos e incluso los castellanos son superados en la tabla.

El domingo 31 de mayo amanece la capital alavesa con un sol espléndido, que no resta espectadores a Mendizorroza. La entrada es espectacular, advirtiéndose la presencia de muchos seguidores del equipo de Basauri, el CD Basconia.

Al Deportivo Alavés una victoria le lleva matemáticamente a seguir jugando en Tercera División, ya que en la última jornada se enfrentan Basconia y Palencia. Incluso con un empate esta tarde y una victoria en el último encuentro, también se evitaría el descenso a Regional. ¡Pero basta de ecuaciones! ¿La distancia más corta entre dos puntos es la línea recta? Pues eso. ¡Hoy se gana y seguimos en Tercera! De ser líderes destacados se pasó a depender de otros resultados y hoy, afortunadamente, en el último partido de la temporada en Mendizorroza el Deportivo Alavés depende de sí mismo.

Arsenio Calvo, el entrenador vizcaíno que sustituyó a Ferenc Puskas en el mes de enero, pone en liza frente al Basconia el equipo titular casi al completo. Son de la partida Tobalina; Ezquerra, ‘Pedrito’, Ayerbe; Baqué, ‘Kaito’; Encontra, Cobos, Amutio I, Isidoro y Simó. Gente experimentada compone el once para esta ‘finalísima’, con futbolistas que han jugado en Segunda División y algunos en Primera.

Para dirigir el encuentro la Federación Nacional tiene la ‘feliz idea’, de designar como árbitro al vitoriano Urturi. El error federativo es garrafal y tendrá dramáticas consecuencias para todos. Urturi es un gran árbitro, se rumorea que está colocado en muy buena posición para ascender a Segunda, pero no está en el sitio ni en el lugar apropiado.

En el minuto cuarenta y uno, con 0-0 en el marcador, señala un penalti en contra de los albiazules muy dudoso. Es el 0-1. A los sesenta y siete anula un gol, al parecer legal, a ‘Pedrito’ que hubiera significado el 1-1. A los setenta y ocho minutos no señala un claro penalty, por derribo del alavesista Encontra, que podría ser el 1-1. Desde el momento de la señalización de la pena máxima, las broncas son constantes hacia su figura.

El partido finaliza con victoria del Basconia (0-3), en los últimos diez minutos el Deportivo Alavés encaja dos goles, y el equipo albiazul tiene pie y medio en Regional. Categoría que certificará el 7 de junio en Bilbao, pese a vencer al Indauchu (1-2).

Tras el partido, al salir del parking de Mendizorroza, el coche del colegiado es perseguido, apedreado y se le intenta dar vuelta por unos desalmados, impidiéndolo la aparición de una patrulla de policía que se lleva a comisaría a los ‘alborotadores’. Pero aquí no acaban los problemas para Urturi, porque al llegar a casa recibe varias llamadas telefónicas amenazadoras, para él y su familia. El timbre de su portal suena constantemente, su buzón de correos es arrancado y dentro aparecen carteles con frases injuriosas.

“Sería absurdo juzgar a todos mis paisanos por un grupo de inconscientes. Me cabe la satisfacción que por la calle me han saludado personas que no conocía antes del partido. Esto me ha compensado, en parte, los sinsabores que estoy pasando.”

“La labor de Urturi será recordada en nuestra ciudad por mucho tiempo. Quiso evidenciar su rectitud del minuto uno al noventa. Su arbitraje perjudicó al Alavés en jugadas vitales en la segunda parte. Sus decisiones influyeron en el resultado.”

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