Las jugadas de estrategia son básicas hoy en día en el mundo del fútbol. Todos los entrenadores, con la ayuda del cuerpo técnico, se esmeran en trabajar esta faceta para que sus equipos puedan ver allanado el camino hacia el tesoro más preciado de este deporte.
Pues bien, el Alavés vuelve a especializarse esta temporada como un equipo que a balón parado puede generar peligro y facturar un buen número de goles.
El último ejemplo de ello ha tenido lugar este miércoles con el empate a balón parado sellado por Ander Guevara que ha permitido al equipo albiazul rescatar un punto de oro en el Coliseum ante el rocoso Getafe de Bordalás.
Muy astuto en el segundo palo tras un saque de esquina, el gasteiztarra ha batido a bocajarro a David Soria con su pierna izquierda tras una acrobática asistencia de espaldas de Toni Martínez, quien pese a verse obstaculizado por Abqar ha sido decisivo con su escorzo para poner el tanto en bandeja a su compañero.
Un empate muy merecido con el que un notable Alavés ha conseguido salir indemne de su visita al sur de Madrid y, por otro lado, con el que ha confirmado su peligro en esta clase de jugadas.
Los cinco goles anteriores del Glorioso en esta temporada tampoco han venido de una jugada propiamente elaborada. Ante el Levante, los tantos de Toni Martínez y Tenaglia se originaron tras sendos saques de esquina a favor, al igual que el de Berenguer en propia puerta en San Mamés tras un centro de Suárez que se envenenó y cogió la altura suficiente para no ser atrapado por Unai Simón.
Las otras dos veces en la que el Glorioso ha perforado la portería rival han sido desde los 11 metros gracias a los penaltis transformados por Carlos Vicente ante el Atlético de Madrid y Sevilla.