El protagonismo de Abde Rebbach desde la llegada de Eduardo Coudet al banquillo del Deportivo Alavés ha ido decreciendo de manera notable. Y lo sucedido durante estas semanas en la pretemporada no ha hecho más que corroborarlo. De ahí que el centrocampista argelino haya tomado la decisión de salir de Mendizorroza de manera inminente. Además, según ha sabido DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, quiere hacerlo desvinculándose totalmente de la entidad vitoriana, sin aceptar ninguna otra cesión. Ya la pasada campaña, tras el fichaje del técnico argentino, se dio cuenta de que su papel iba a ser más bien residual. La llegada por ejemplo de Aleñá en el mercado de invierno, unido a que el preparador albiazul no juega precisamente con extremos puros, le hizo ver que debía buscar una salida en forma de cesión de cara a la segunda parte de dicho curso.

Y así fue. Fichó por el Granada, que de hecho asumió la totalidad de su salario de esos seis meses y terminó siendo uno de los jugadores más destacados del cuadro nazarí, pese a que luego ni tan siquiera llegó a jugar la fase de ascenso.

Buen cartel en Andalucía

A las órdenes primero de Escribá y después de Pacheta jugó diecinueve encuentros, anotando tres goles y dando dos asistencias. Su gran rendimiento ha posibilitado que el cuadro andaluz sea precisamente uno de sus pretendientes actualmente. Lo que pasa es que no es el único de la categoría que suspira por contar con Abde. En cualquier caso será el propio futbolista quien decida esta vez su destino, pero tiene claro que será a todos los efectos sin estar sometido a una relación contractual con la entidad del Paseo de Cervantes.

Es uno de los futbolistas del actual plantel que menos cobra, pero más allá de eso lo que quiere es ser protagonista sobre el campo y asume que con Coudet eso no va a pasar, por muy bien que se encuentre y trabaje en el día a día. Propuestas además de la segunda categoría española no le faltan. Otras ligas como la francesa o portuguesa han seguido sus actuaciones y son varios los clubes que lo tienen en sus agendas. Incluso hace unas semanas tuvo una propuesta de Emiratos Árabes, pero el jugador de Blida no quiere a día de hoy experimentar el fútbol de aquellas latitudes. Su idea pasa por jugar en la máxima categoría, bien de España o alguna competición extranjera, y si no tendrá tiempo de elegir a qué equipo de Segunda va.

Destino

Él será quien marque su camino y tiene claro que no será precisamente el de seguir en Vitoria, pese a tener contrato hasta 2028. Otra cosa es hasta donde quiere llegar el conjunto babazorro con sus pretensiones económicas en forma de traspaso. Tampoco puede exigir demasiado por un jugador con el que apenas cuenta y que ha ido perdiendo protagonismo paulatinamente. Curiosamente desde su ampliación de contrato, en enero de 2024, su presencia en el terreno de juego ha ido decreciendo de manera progresiva. En aquella campaña, su segunda en el primer equipo, participó en 26 encuentros anotando tres goles. El curso pasado empezó con García Plaza teniendo algo de protagonismo, pero a partir de noviembre su figura desapareció del verde, lo que desembocó en su cesión al mencionado Granada.

Llegó a Vitoria con seis años y dio sus primeras patadas a un balón en el Iru-Bat. Después pasó por el Aurrera de Vitoria y más tarde lo reclutó el Alavés para que formara parte primero del San Ignacio antes de pasar al filial albiazul. Su desparpajo y desborde le valieron el salto al fútbol profesional, con el propio García Plaza y el reto de subir a Primera. Algunas de sus actuaciones sirvieron para ello, lo que le valió para quedarse en la primera plantilla y posteriormente ganarse la mencionada ampliación de contrato a la que está sujeto a día de hoy.

Restan poco más de dos semanas para que se cierre el mercado, pero parece claro que Abde no formará parte del póster del Alavés 2025-26. Las llegadas de Aleñá y Calebe le cierran las puertas a un posible protagonismo como albiazul. Cansado de esperar su oportunidad asume que su futuro pasa por hacer las maletas y salir de Vitoria, la que ha sido su casa durante los últimos veintiún años.