El Alavés B, a punto de sellar la permanencia

Dos goles de Aimar González de Heredia, que marcó en los primeros minutos de cada tiempo, dieron al Alavés B los tres puntos en su visita al Subiza, un triunfo que deja al filial albiazul a las puertas de certificar, quizás la próxima jornada, una permanencia que llegó a verse complicada en algunos momentos.

La llegada de Molo Casas al banquillo marcó un primer punto de inflexión, y aunque luego volvieron las derrotas al casillero babazorro, una racha de siete partidos sin perder en los que ha sumado 17 de los últimos 21 puntos en juego han llevado al Miniglorias cerca del objetivo de la temporada.

La tercera victoria seguida se labró en Sotoburu desde el inicio. Conscientes de la necesidad del Subiza, penúltimo en la tabla y al que solo le quedaba agarrarse a sus remotas opciones matemáticas de evitar un descenso que acabó consumando con esta derrota, los de Molo salieron concentrados para hacerse con las riendas del juego desde el primer minuto, con el único pero de la tarjeta amarilla que vio el central Álvaro en el primer minuto.

No tardó el filial alavesista en llevar su buen arranque también al marcador, ya que apenas trascurridos cuatro minutos de juego una magnífica asistencia de Egoitz llegó a pies de Aimar, que resolvió ante Rafa Fernández con una certera definición que puso por delante a los vitorianos.

La tempranera ventaja dio seguridad y confianza al Alavés B, que se asentó sobre el campo y mandó tanto como quiso ante un conjunto local nervioso e impreciso. Pudo ser mayor la ventaja al descanso, pero el acierto que pronto había tenido Aimar no volvió a acompañar a los gasteiztarras en las ocasiones que tuvieron para doblar su renta en el primer tiempo.

El filial alavesista repitió la buena puesta en escena del primer tiempo y, otra vez, encontró pronto la recompensa en forma de gol. Tan similar fue el guión, que también el goleador fue el mismo. Aimar González se asoció esta vez con Pinillos, con el que combinó en una letal pared que le dejó solo ante el portero local, al que batió por segunda vez a los seis minutos de la reanudación.

Quedaban cuarenta minutos por delante, pero a quien más largos se le hicieron fue a un Subiza que pese a seguir agitando el árbol hasta agotar los cambios no encontró forma de poder responder al cómodo 0-2 con el que el Alavés B ya no solo gestinó el partido, sino también el tiempo.

La entrada de Diego Morcillo primero, de Edu Fontana y Julen Jon Guerrero después, y de Ander Sánchez y Xanet, por último, dieron relevo a los más fatigados y aportaron frescura para que el equipo no rebajara prestaciones, ahora ya más encaminadas a conservar el botín que a aumentarlo.

Sin sobresaltos, y con los navarros asimilando su descenso tanto como los alaveses convencidos que pronto podrán celebrar la permanencia se llegó al final del partido en Sotoburu. Tres puntos más en el zurrón para un Miniglorias que, de no fallar la próxima semana en Ibaia ante otro rival en descenso como la Real Sociedad C, podría garantizar ya su continuidad en la categoría.