Ganar el pasado viernes en el Estadio de Gran Canaria (2-2) hubiera permitido a Eduardo Coudet mejorar los números de Luis García Plaza en el banquillo babazorro esta temporada. Sin embargo, después de haber hecho lo más difícil, su Deportivo Alavés se vino abajo y dejó escapar dos puntos importantísimos en los minutos finales. Algo que, eso sí, no es la primera vez que le ocurre al argentino desde su llegada a Mendizorroza.

En 13 partidos de Liga dirigidos por el Chacho hasta la fecha, el balance es de dos victorias, siete empates y cuatro derrotas. Es decir, 13 puntos cosechados de 39 posibles, o, lo que es lo mismo, uno por jornada. Los mismos, ni más ni menos, que sumó el técnico madrileño en las mismas fechas, aunque con resultados diferentes (4V-1E-8D). Y ambos, curiosamente, han logrado mantener al equipo fuera del descenso con esos números.

A favor de Coudet juega que su Alavés ha merecido más en varios partidos. Como a él le gusta repetir en cada una de sus apariciones, a nadie le extrañaría que el conjunto babazorro tuviera un mínimo de cinco puntos más ahora mismo, si bien de nada sirve lamentarse por aquello que no tiene solución. Los partidos ante Girona, Celta, Leganés y Espanyol son los ejemplos más claros. Además, algunos arbitrajes le han perjudicado.

Buena muestra de que, dentro de lo que cabe, el Glorioso no lo está haciendo mal es que, desde la 12ª posición, solo el Valencia ha podido igualar su desempeño en las últimas cinco jornadas de Liga. El resto de escuadras, tanto rivales directos como alguno que no debería serlo (Real Sociedad y Girona), no han sido capaces de sumar seis puntos o más. Y eso, precisamente, es lo que ha permitido a los albiazules salir del descenso.

MEJORA A DOMICILIO

Donde más se ha notado la mano del Chacho es en el buen hacer lejos del Paseo de Cervantes, que era uno de los puntos débiles con Luis García. El Alavés siempre ha dado la cara a domicilio desde que el argentino está al mando y así lo demuestra que solo se haya vuelto de vacío en una salida: contra el Barça, en Montjuic. Algo de lo que, eso sí, se hubiera sacado más provecho con mejores resultados en casa, que es la contrapartida.

Un club como el Glorioso, que siempre se ha caracterizado por su fortaleza como local, no puede permitirse perder tantos puntos en Mendizorroza. No, al menos, si quiere tener opciones reales de salvar la categoría. Afortunadamente, la victoria frente al Villarreal puede ser un punto de inflexión. Ante los groguets se rompió una racha de seis jornadas -y más de cuatro meses- sin ganar en el estadio gasteiztarra. Menudo alivio.

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Las imágenes del Alavés-Villarreal en Mendizorroza

Otro de los valores del Chacho como alavesista es que ha recuperado para la causa a varios jugadores que estaban rindiendo por debajo de su nivel. Los casos más evidentes son Manu Sánchez, Joan Jordán y, en menor medida, Santi Mouriño. Al uruguayo ya se le veía potencial con Luis García, pero participó menos de lo que merecía. También ha dado un paso adelante Kike García. El manchego ha rendido de manera superlativa.

No todos, eso sí, han subido o mantenido el nivel desde que el técnico argentino está al cargo del equipo albiazul. Se sigue esperando más de Ander Guevara y, sobre todo, de Carlos Vicente. El maño pasa por su mejor momento desde que firmó por el Alavés. Un caso aparte es el de Jon Guridi. El de Azpeitia, aun no rindiendo mal cuando ha jugado, no parece ser del gusto de Coudet. Así lo demuestra que le haya quitado su rol protagonista.

ERRORES QUE LASTRAN

Otra de las tareas pendientes del Chacho tiene que ver con la parcela defensiva. El Glorioso ha reducido el número de goles que recibe –de 1,66 de media por encuentro con Luis García a 1,30– y da mayor sensación de seguridad ahora. No obstante, los babazorros continúan cometiendo errores groseros que les están lastrando. Especialmente, en esos partidos en los que al equipo le cuesta crear peligro en ataque (Getafe, Espanyol, etc.).

No menos preocupante es el desempeño en los minutos finales. Los cinco tantos encajados en los epílogos –a partir del minuto 80– han hecho perder nada menos que ocho puntos al técnico argentino. Si se hubieran amarrado, el Alavés sería 13º y la situación, claro está, sería otra muy distinta. Ahí entra en juego la experiencia o valentía para, en momentos de tensión, mantener la cabeza fría y no perder la concentración.

Sea como fuere, lo más importante es que, a falta de diez jornadas para el final, el club babazorro se mantiene fuera de los puestos de descenso. Es decir, el Chacho estaría cumpliendo ahora mismo el objetivo por el que llegó a Mendizorroza, si bien el calendario no va a ser nada amable con él: Rayo (C), Girona (F), Madrid (C), Sevilla (F), Real Sociedad (C), Atlético (C), Athletic (F), Valencia (C), Valladolid (F) y Osasuna (C) le esperan.

De lo que suceda en el Paseo de Cervantes, seguramente, dependerá la salvación del Glorioso. En especial, de ese duelo directo frente al Valencia a mediados de mayo y de la visita de Osasuna, que podría llegar no jugándose nada. Lo mismo debería ocurrir con la expedición al José Zorrilla. Salvo remontada histórica, el Pucela estará descendido para esa penúltima jornada. Algo que, eso sí, no siempre es sinónimo de partido sencillo.

NÚMEROS DE OTROS REVULSIVOS

Si se comparan los números del Chacho un punto de media por partido– con el de otros revulsivos que pasaron por el Paseo de Cervantes, puede verse que el argentino no es ni de los mejores ni de los peores. En las últimas ocho campañas en Primera División, el total de técnicos que han tenido que tomar las riendas del Alavés con el curso ya iniciado han sido siete, obviando a Javi Cabello, que lo hizo como interino dos veces.

El que mejor promedio por jornada consiguió fue Javi Calleja (1,66), con el que el equipo pudo reaccionar a tiempo y salvar la categoría en la temporada 2020-21. Un éxito que también logró Abelardo (1,64) en la 2017-18. El asturiano funcionó de maravilla en su primera etapa, no así en la segunda (0,55). Su desempeño en esa vuelta a Mendizorroza es el peor de los últimos siete entrenadores que han llegado como recambio a Vitoria.

Javi Calleja, en uno de sus últimos partidos al frente del Alavés. EFE

Cerca de ese fracaso del Pitu se queda la etapa de José Luis Mendilibar (0,58), y eso que pocas veces se había confiado tanto en un revulsivo como en él. Igualados con Coudet están Gianni De Biasi y López Muñiz (1), quien fructificó la salvación en el curso 2019-20. Y mejores resultados logró Julio Velázquez (1,13) pese a ser incapaz de evitar el fatídico descenso en la campaña 2021-22. Tras él, surgió la aparente estabilidad con Luis García.