Florian Lejeune no podrá jugar en Mendizorroza el próximo 29 de marzo. El central francés, con pasado babazorro, vio ayer contra la Real Sociedad la quinta amarilla de su primer ciclo y causará baja en el trascendental duelo entre el Deportivo Alavés y el Rayo Vallecano.

Una ausencia que podría prever el técnico rayista, Íñigo Pérez, pero que no por ello es menos dolorosa. Más allá de la importancia de Lejeune en sus esquemas, lo preocupante es que no hay reemplazo. Los madrileños se plantarán en Vitoria-Gasteiz con un solo central (Aridane).

La racha del Rayo, pese a ser una de las revelaciones del campeonato, no es buena y esto se debe, principalmente, a las múltiples bajas. El entrenador navarro tampoco podrá recuperar a tiempo a Mumin, Camello y Nteka y está pendiente de Isi Palazón.

En la primera vuelta, el Alavés cayó por 1-0 en Vallecas, en un partido donde estuvo con un futbolista más desde el minuto 22 y, ni con esas, fue capaz de intimidar al Rayo. Fue una de las actuaciones más flojas del conjunto de Luis García Plaza en más de dos años.