Facundo Garcés tuvo que esperar más de un año desde que supo que iba a fichar por el Deportivo Alavés hasta que acabó llegando a Vitoria-Gasteiz. Algo que le puso a prueba físicamente, pues fue apartado por Colón al no querer renovar y tuvo que entrenar en solitario, y también mentalmente. Ese proceso es el que repasa el central argentino.

Recordando su fichaje por el Alavés, qué proceso más largo, ¿no?

(Suspira). Y tanto. Aunque solo llevo unos meses aquí, siento como si fuera albiazul desde hace muchos años por el tiempo que tuve que esperar. Lo que me da tranquilidad es que, desde el día uno, hice todo lo posible para llegar aquí. Ahora solo pienso en lo que está por venir.

Mentalmente, ¿cómo fue estar más de un año parado?

Tuve muchos altibajos. Fue difícil y hubo momentos en los que me sentí muy triste, en los que me tocó llorar, pero no guardo rencor ni odio hacia nadie. Yo me levantaba todas las mañanas sabiendo que era jugador del Deportivo Alavés, que entrenaba para el Deportivo Alavés… Eso era lo que me motivaba.

"Tuve muchos altibajos, hubo momentos en los que me sentí muy triste"

¿Cuál fue su rutina durante esos meses de soledad?

Estuve entrenando, no te miento, en doble sesión de lunes a sábado. Canalicé mi tristeza en ese trabajo. Eso sí, no lo hubiera conseguido sin el apoyo que me dio mi entorno. Ellos me levantaron es mis peores días.

Supongo que algún que otro día se despertó con ganas de saltarse su contrato, coger un vuelo y venir a entrenar a Ibaia.

Muchos, muchos. Ese pensamiento fue recurrente. Pero bueno, fue la situación que tuve que afrontar. Fue una prueba más que me puso la vida en el camino y, afortunadamente, la superé y ahora estoy aquí, disfrutando con el Alavés.

Facundo Garcés, durante su entrevista con DNA en Mendizorroza. Alex Larretxi

¿Qué tal en Vitoria-Gasteiz?

Bien, es una ciudad muy tranquila. La gente es amable, las calles están ordenadas, se llega rápido a todos los sitios… Estoy contento, la verdad. Lo único que me ha costado un poco es adaptarme al frío. No estaba acostumbrado.

¿Cómo es su día a día fuera del fútbol?

Tengo una rutina de estar bastante en casa. Cuando vuelvo de Ibaia, suelo echarme una siesta y luego voy a pilates, sigo alguno de mis cursos o voy al gimnasio o al spa. También hay tiempo para algunos ratos de Play(Station) con mis compañeros o amigos. 

"Me gustaría marcar un gol de cabeza en 'Mendi', ojalá este sábado ante el Villarreal"

Por último, ¿quiénes son sus referentes futbolísticos? 

He tenido muchos. Sergio Ramos, por ejemplo, ha sido uno de los principales. Siempre me ha parecido un central superlativo. Miro mucho fútbol, en realidad. Me fijo en los mejores para aprender de ellos, ya sean de LaLiga, Premier, Champions... También tengo un analista que me ayuda en ese aprendizaje. 

Siendo Ramos uno de sus favoritos, habrá que marcar pronto un  gol de cabeza en Mendizorroza.

(Ríe). Ojalá. En Mallorca tuvimos una pelota parada y, antes de lanzarla, ya pensaba en que la iba a mandar a la red y que sería mi debut soñado. No pudo ser, a ver si es posible contra el Villarreal.