Joan Jordán llegó en verano al Deportivo Alavés con la intención de recuperar su mejor versión. Esa que maravilló en el Eibar y que le permitió dar el salto al Sevilla, donde también brilló en sus primeros años. Aún le queda trabajo por delante, pero va por el buen camino. Está muy a gusto en Vitoria-Gasteiz, cada día se siente mejor sobre el césped y el Chacho Coudet le está dando los minutos que necesita. Algo a lo que, además, ha respondido con goles, si bien promete que, antes de acabar la temporada, marcará también uno de falta directa para compensar el que hizo hace años como hispalense en Mendizorroza

¿Le ha sentado bien al equipo este parón?

Sí, yo creo que sí; sobre todo, porque teníamos que seguir asentando una idea y ciertas bases de crecimiento desde la llegada del Chacho. Nos ha venido bien, ya te digo, para trabajar tanto táctica como físicamente distintos conceptos en los que el equipo debe mejorar. Pienso que llegamos con buenas sensaciones al partido de mañana, sabiendo lo que queremos hacer y que, si estamos a nuestro nivel óptimo, podemos ganar.

Concretamente, ¿en qué ha incidido el Chacho estos días?

Bueno, un poco de todo. Hemos tenido bastantes días para trabajar y se han tocado temas ofensivos y defensivos. También mucho físico (ríe). 

Ahora falta plasmarlo en el césped, que es lo más complicado, en busca del primer triunfo con el argentino.

Claro, eso es lo realmente importante. Y yo confío. Veo a mi equipo todos los días y sé del compromiso, disciplina y la materia prima que tenemos. Sí que es verdad que una victoria nos vendría bien, pues ganar siempre da tranquilidad para asentar mejor las bases, y nos veo capaces de ello. Sabemos que en Mendi somos muy fuertes. 

"Me encuentro en un buen momento, consciente de que todavía puedo dar más, igual que el equipo"

Dijo en su presentación que el Alavés era el club idóneo en este momento de su carrera, ¿lo sigue pensando?

Sin duda. Vine aquí buscando ciertas cosas y me las he ido encontrando, tanto a nivel personal como familiar y deportivo. Entonces, estoy encantado de haber tomado esa decisión. 

¿Cómo valora su temporada hasta el momento?

La divido en dos o tres tramos. Creo que mis primeras semanas aquí fueron buenas, jugando minutos de cierto nivel que me sirvieron para encontrarme. Luego tuve menos oportunidades, me costó un poco más y fue todo más complejo. Y ahora, en las últimas semanas, he retomado ese proceso de aportar lo que quiero y mejorar en busca de mi mejor versión. Me encuentro en un buen momento, consciente de que todavía puedo dar más, igual que el equipo.

Físicamente llegó bien, pero llevaba mucho sin jugar, ¿notó al principio esa falta de ritmo competitivo?

Sí y no. Te explico: yo, durante el duelo ante el Sevilla, sentí que volaba. Mis sensaciones en el césped eran muy buenas y los números, que hoy en día se miran mucho, también lo fueron. Aunque venía de mucho tiempo sin jugar, me preparé expresamente para ese partido y salió bien. Lógicamente, no tenía el ritmo que uno tiene cuando juega cada fin de semana, pero sí que estaba listo para ese momento. Y lo necesitaba. 

Joan Jordán, durante su entrevista con DNA en Ibaia. JM

¿Cuánto influyó el trabajo mental en ello? Lo normal es que ocurra lo contrario.

Fue fundamental. La temporada anterior pasé por situaciones muy complejas y nada de lo actual hubiera sido posible sin ese trabajo mental. Llevo un año dedicándole tiempo cada día y, para mí, marca la diferencia. Si coges dos futbolistas al mismo nivel, el que está bien anímicamente vuela y el otro no. La mente conecta absolutamente todo.

¿Le reconforta que cada día se esté dando más valor a la salud mental en el mundo del fútbol? Hoy no hay clubes profesionales sin psicólogo, por ejemplo.

(Suspira). Creo que todavía hay mucho por hacer, porque estamos en una profesión en la que todo vale. Nosotros siempre tratamos de dar nuestra mejor versión, salgan o no las cosas, y no puede ser que recibamos amenazas e insultos por ello. Detrás del futbolista está la persona y a uno le afectan esos comentarios. Juanma Lillo dijo una vez que no todas las opiniones son respetables, y yo estoy de acuerdo con él. Que poco a poco se dé luz a la salud mental es positivo para todos; pero, como digo, aún hay mucho trabajo por delante. 

Es de los que, cuando salta al césped, lo hace ya con un plan claro en la cabeza o de los que improvisa desde el principio.

Yo intento interiorizar y respetar al máximo lo que marca el entrenador. Luego, eso sí, en el campo uno se encuentra situaciones que no se espera, con los rivales moviéndose diferente, el balón cayendo de un lado u otro… Ante eso buscamos adaptarnos de la mejor manera posible. Entonces, sí que hay un plan; pero, una vez dentro, es todo una toma de decisiones constante. 

"El 'Chacho' nos hace sufrir, pero me gusta y creo en lo que transmite"

¿Qué tal el Chacho en el día a día?

Muy bien. Le veo ilusionado por cambiar la dinámica del equipo, lo cual es importante para que la plantilla se contagie, y sus conceptos nos hacen disfrutar en el día a día. Sí que es verdad que nos está haciendo correr bastante (ríe). No te voy a decir que no nos hace sufrir el tío, pero me gusta y creo en lo que intenta transmitir. Eso es lo que lleva a los equipos a dinámicas positivas y a estar más cerca de lograr los objetivos.

Una de sus especialidades es el balón parado, ¿le llevó mucho trabajo lograr ese toque o era algo innato?

Siempre se me ha dado bien, pero hay trabajo detrás. Aunque no me quedo a chutar 200 veces todos los días, imagina cuántas veces lo he hecho en los 12-13 años que llevo en esto. Lo relevante, al menos para mí, es ser consciente de lo que se entrena y prestar atención, así es cómo se mejora. Uno debe imaginarse que está en un partido y no hacer las cosas por hacer.

Todavía nos debe una por aquel gol con el Sevilla en Mendi.

Igual me como mis palabras, pero me da igual. De aquí a final de temporada voy a meter un gol de falta. Cien por cien, lo tengo muy claro.

¿Qué tal es jugar en el feudo babazorro?

El ambiente es espectacular. Yo me guío mucho por las personas, el estadio, el ambiente… y Mendi tiene una energía tremenda. Hay momentos de dificultad en los que la grada sigue empujando y eso es vida para nosotros. Es un privilegio contar con una afición así y ojalá poder brindarles una victoria mañana. Se la merecen.

Esto último, imagino, influyó en su elección de firmar por el Alavés. 

Sin duda. No me gustan las comparaciones, pero mi etapa en el Eibar me hizo muy feliz y, cuando me explicaron el proyecto de este club, sentí que podría volver a vivir algo igual de bonito. Me llegaron más ofertas, algunas de equipos que juegan competición europea, pero yo tenía claro lo que quería y el Alavés me ofreció muchas de las cosas que buscaba. Una de ellas, por supuesto, esta afición. 

¿Cómo lleva la competencia en la medular?

Muy bien. Lo comenté en su día. Creo que somos cuatro futbolistas, cinco si contamos a Jon (Guridi), con perfiles diferentes y que, por tanto, pueden aportar cosas distintas. Uno es más posicional, otro sube con el balón, llega al área o gana más duelos… Ese abanico creo que es favorable para el Chacho y nos motiva a todos a apretar para ser mejores cada día. Sería un error por parte del Alavés tener solo dos mediocentros, por ejemplo. 

Retomando brevemente aquel partido contra el Sevilla, que fue su primera titularidad, ¿cómo fueron las horas previas y las posteriores?

Pensarás que te estoy vendiendo la moto, pero estuve muy tranquilo. Soy una persona que intenta mantenerse en equilibrio, tanto cuando van bien las cosas como cuando no. Considero que lo contrario es malísimo para la salud mental. Entonces, las sensaciones ante el Sevilla fueron muy positivas por jugar y ganar; pero no le di vueltas al acabar, aun siendo especial para mí. Tampoco tuve una motivación o presión extra por enfrentarme a mi club, eso me hubiera descentrado.

"Me encanta lo que transmiten el Alavés y la ciudad, pero no pienso en el futuro"

¿Se sienten a gusto, tanto su familia como usted, en Vitoria-Gasteiz?

Mucho. Mis hijos se adaptaron en solo una semana y mi mujer, aunque le costó un poquito más, está también muy contenta. Ella se había acomodado ya al tiempo de Sevilla (ríe). Considero, de todas formas, que a todos nos pedía el cuerpo y la mente algo así. Sabíamos a dónde veníamos y estamos disfrutando mucho de la ciudad. 

¿Norte o sur? Se le van a echar encima responda lo que responda.

Ya, ya. Cincuenta, cincuenta; no me voy a mojar. En todo caso, me quedo con Girona, que soy de allí y no es ninguna de las dos.

Joan Jordán, durante su entrevista con DNA en Ibaia.

¿Le gustaría, si todo sale bien en lo deportivo, prolongar su etapa en el Alavés?

Sinceramente, nunca pienso en el futuro. Sé que suena a tópico, pero es así. No lo hago porque sé que no me va a llevar a nada, como mucho a una decepción. Me encanta lo que transmiten el club y la ciudad, y eso es importantísimo, pero pienso en el presente. Mi cabeza está en el partido contra el Girona. 

El 24, que es un dorsal muy especial para usted, dudo que se lo quiten. No es un número muy llamativo. 

Es muy especial, sí. Tanto que, no lo he contado nunca esto, en mi peor momento con el Sevilla mi mujer me dijo que volviera al 24 para cambiar la mala energía. Luego, cuando empecé a hablar seriamente con Sergio (Fernández) sobre la posibilidad de venir al Alavés, le pedí por favor que me lo guardara y cumplió. Me marcó muchísimo mi etapa en el Eibar y por eso le guardo este cariño.

"Estoy convencido de que nos vamos a salvar"

Por último, como alguien que ha estado en un club tan importante como el Sevilla, ¿cree que el Glorioso está capacitado para crecer y, por qué no, aspirar a algo distinto dentro de unos años?

No tengo ninguna duda. Cuando firmé con el Alavés, aunque fue como cedido, me explicaron el proyecto a medio plazo y me pareció muy interesante. No es fácil luchar por puestos europeos, pues hay muchos otros clubes que buscan lo mismo, pero se ven ganas de asentar las bases y de crecer. Para ello, eso sí, son necesarias nuestras victorias y estoy convencido de que nos vamos a salvar.