El Deportivo Alavés dejó escapar dos puntos en la trascendental visita al Valencia y perdió una oportunidad de oro para lograr una victoria tan decisiva como letal para dejar noqueado a un rival directo por la permanencia. Sin embargo, el conjunto vitoriano pagó muy caro sus grotescos errores defensivos, que propiciaron a la postre un empate que lógicamente no satisfizo a la expedición vitoriana en tierras valencianas.
Y eso que el Glorioso mejoró su puesta en escena respecto a las anteriores jornadas y se vio obligado a reponerse a todo tipo de contratiempos. El primero de ellos llegó en el minuto 17, tras el cambio obligado de Jon Guridi. El de Azpeitia sintió un calambre y prefirió no tomar riesgos en el partido. Pero sin duda el contratiempo más determinante fue la sustitución de Antonio Sivera. El de Jávea, ausente tras sufrir un golpe en la muñeca en un golpeo de Hugo Duro, dejó claro por qué es una figura indiscutible en el Deportivo Alavés.
Desde luego, la de ayer no será una tarde de grato recuerdo para Jesús Owono, protagonista de los errores que permitieron al Valencia rescatar un empate en Mestalla. Fue el segundo encuentro del canterano en la presente temporada. Sí disputó la primera ronda de Copa, pero no participó en la derrota frente a la Deportiva Minera. Y este domingo, en un encuentro de altísima tensión, le llegó la oportunidad de reivindicarse y, por qué no, incrementar la competencia bajo los palos con respecto a Sivera.
Sin embargo, desde su entrada al terreno de juego se vio a un Owono nervioso y dubitativo. Ya en su primer lance, dejó escapar un balón tras un golpeo del Valencia, lo que dio alas al conjunto ché para buscar debilidades en la portería albiazul.
A partir de ahí, el Valencia probó la destreza del portero babazorro de todas las maneras posibles: mediante centros laterales y disparos procedentes de cualquier flanco. La pifia de Owono llegó en un balón al espacio en el que no calculó como es debido la salida y en el que, a la postre, chocó con Diego López.
No lo vio en primera instancia Alberola Rojas, pero la llamada desde la sala VAR de Cordero Vega y la consecuente revisión fueron suficientes para confirmar que el portero babazorro, tras impactar con el atacante valencianista, lo sujetó de la pierna. Un error de bulto, en cualquier caso. Después, Luis Rioja ejerció de verdugo y engañó a su excompañero desde los 11 metros para poner las tablas en el marcador con el empate a uno.
El Valencia creció con el paso de los minutos, pero el Glorioso supo mantenerse firme y no tembló en líneas generales. Así, en un contragolpe en el que Diarra se sumó al ataque, el maliense provocó un penalti que Joan Jordán resolvió con suma precisión colocando el balón en la escuadra.
Sin embargo, dentro del tiempo de descuento de 11 minutos –un alargue que se hizo interminable para el Glorioso–, la zaga albiazul volvió a cometer un grosero error que regaló el empate al Valencia. En esta ocasión, no hubo entendimiento entre Sedlar, quien no tapó la entrada de Dani Gómez al área pequeña, y Owono, presa del pánico, que tampoco salió de la portería para hacerse con el centro. El castigo fue mortífero, pues esta desconexión derivó en el empate final con el que se saldó la visita del Deportivo Alavés a Mestalla.
En definitiva, los errores defensivos volvieron a lastrar al equipo en un encuentro de vital trascendencia que incrementa la resignación en el vestuario babazorro. Lógicamente, no es la mejor manera de despedir el año, pero, en cualquier caso, el Alavés cuenta con tres semanas antes del choque frente al Girona, con el que dará comienzo al 2025.