No está siendo una temporada sencilla para Luka Romero. El atacante argentino aterrizó en Vitoria durante el pasado mercado estival con la idea de asentarse en la élite de la mano del Deportivo Alavés, pero es uno de los integrantes de la plantilla albiazul que más desapercibido ha pasado desde el arranque de temporada.

Luka Romero es, tras el canterano Egoitz y el lesionado Hugo Novoa, el futbolista de campo con menor participación en el primer tercio de la temporada. El atacante cedido por el Milán suma tan solo 262 minutos entre Liga y Copa. Y es más, el argentino ha sido titular únicamente en tres ocasiones, la última de ellas en la primera ronda frente al Compostela.

Fue de la partida en la primera jornada frente al Celta e hizo lo propio ante el Real Madrid en un once que estuvo plagado de rotaciones. Sin embargo, Luka Romero se ha quedado sin minutos hasta en ocho jornadas de liga. En la derrota frente al Villarreal tampoco compareció, pues vio desde el banquillo la discreta puesta en escena de sus compañeros.

Como es lógico, la falta de protagonismo pone en duda su continuidad como cedido en el Deportivo Alavés. Cabe recordar que en la pasada temporada, Karrikaburu, también en préstamo, jugó la segunda mitad del curso en el Andorra tras su escasa relevancia en los planes de Luis García.

Una cuestión de suma importancia que diferencia a Luka Romero de Karrikaburu es que el técnico madrileño conoce al argentino de su anterior etapa en el Mallorca. El propio Luis García dijo sobre su pupilo que, si bien “es un futbolista más maduro y más hecho que el que tuve en Mallorca”, el argentino “sigue siendo un chaval que está buscando su sitio”.

Pero Luka Romero sigue sin encontrar su sino en la disciplina albiazul tras la disputa de trece jornadas. Y los pequeños detalles tampoco han jugado a su favor. Por ejemplo, ante el Las Palmas disputó diez minutos y en ese margen de tiempo provocó un penalti que él mismo no materializó finalmente. Ante el Valladolid, ingresó en el terreno de juego con el 1-1 en el marcador y cometió una pérdida que el Valladolid aprovechó para batir a Sivera.

Vicente, un fijo

La escasa aportación por parte de Luka Romero genera poca competencia para Carlos Vicente en el sector derecho. Lo que acontece en este carril es la antítesis de lo que sucede en el carril opuesto. Hasta la fecha, Luis García ha probado a Abde, Conechny, Carlos Martín y Stoichkov en la banda izquierda sin que ninguno de ellos haya logrado afianzarse, mientras que, en el extremo derecho, Carlos Vicente es el dueño y señor de su demarcación.

El maño constituye un futbolista indiscutible para Luis García. Desde su llegada al Alavés en el mercado invernal demostró estar a la altura del salto entre Segunda y Primera División. Su adaptación fue inmediata a la máxima categoría, pues disputó 1.118 minutos solo en la segunda vuelta de la temporada pasada.

262 MINUTOS

El atacante argentino ha sido titular en tres ocasiones. La primera de ellas fue en la jornada inaugural frente al Celta, la segunda ante el Real Madrid y la última en Copa. Entre Liga y Copa, Luka Romero no llega a los 300 minutos.

Así las cosas, es lógico que Carlos Vicente sea inamovible en el once. Primero, por su indiscutible aportación en la banda –con 26 ocasiones es el futbolista albiazul que más peligro genera– y, segundo, por la escasa competencia que existe en este mismo puesto. Luka Romero, pese a las oportunidades brindadas por Luis García, no termina de convencer en el extremo derecho, aunque no es menos cierto que su perfil es diferente al de Carlos Vicente. Mientras que el extremo aragonés es un jugador clásico de banda con capacidad para enviar centros al área, el argentino se siente más cómodo en el juego entre líneas y con sus desmarques desde la banda hacia el pasillo interior.

En cualquier caso, el Deportivo Alavés demanda un paso al frente por parte de su segunda unidad, sobre todo en un contexto en el que, tal y como se demostró frente al Villarreal y el Mallorca, encuentra dificultades para generar peligro con la misma frecuencia que en las primeras jornadas.