La huella de Antonio Sivera en el seno del Deportivo Alavés cada día es más grande. Por si su papel decisivo sobre el césped no era motivo de orgullo suficiente, el guardameta de Jávea se convirtió el pasado viernes, tras participar en el partido de Balaídos ante el Celta, en el primer y único futbolista de la historia en defender el escudo babazorro en la élite durante siete temporadas.
Se trata de un hito que, claro está, puede ir a más y que no será fácil de igualar en el futuro. Buena muestra de esto último es que, ahora mismo, el único integrante de la plantilla alavesista cerca de lo conseguido por el guardameta alicantino es Luis Rioja, quien suma seis campañas en Mendizorroza y cinco de ellas han sido en LaLiga.
La diferencia es que ya han sido varios los veranos en los que el extremo sevillano ha tenido un pie fuera del 'Glorioso' y todavía, aún con el mercado abierto, no está claro que vaya a seguir en Vitoria este curso cuando ya ha entrado en su último año de contrato.
Con las mencionadas siete temporadas en Primera División, interrumpidas solo por un breve periplo en el Almería, Sivera ha dejado atrás a iconos del Alavés como Fernando Pacheco, Víctor Laguardia o Rubén Duarte o Ibon Begoña, todos ellos con seis.
En cinco, por cierto, se quedaron antes Manu García, Martín Aguirregabiria, Tomás Pina, Antonio Karmona, Óscar Téllez, Martín Astudillo, Pablo Gómez, Hermes Desio y Magno Mocelin.
106 partidos como alavesista
Donde, eso sí, todavía tiene mucho camino por recorrer el de Jávea para establecerse en una posición alta es en la tabla de partidos jugados, pues, pese a que lleva en el conjunto afincado en el Paseo de Cervantes desde 2017, el sobresaliente rendimiento de Pacheco apenas le permitió aparecer hasta el descenso a Segunda del 2022. 106 son, en concreto, las veces que ha defendido la portería gasteiztarra en encuentro oficial –46 de ellas en la máxima categoría–.
Este verano, confirmada la marcha de Rubén Duarte al Pumas mexicano, Sivera ha recibido el premio no solo a su extensa trayectoria en el Alavés, sino también a su relevancia en los éxitos de los últimos años.
Esa recompensa no es otra que ser el primer capitán del equipo vitoriano, lo cual, al tratarse de un reconocimiento otorgado por el resto del vestuario, tiene aún más valor, si bien es cierto que será otro futbolista quien porte el brazalete por la facilidad para dialogar con el árbitro principal. En Vigo ese papel fue desempeñado por el gasteiztarra Ander Guevara.
Llegar hasta este punto, cabe recordar, no ha sido tarea sencilla para Sivera. Ahora mismo, es una pieza que proporciona puntos al 'Glorioso', capaz de decidir con sus guantes una permanencia; pero, como se ha avanzado, tuvo que permanecer muchos años a la sombra de Pacheco y tal falta de continuidad le hizo perder la confianza en sí mismo, hasta el límite de, según explicó en su última entrevista con este periódico, ver “muy lejos” lo que tiene ahora.
Lo mejor, de todas formas, es que actualmente está contento en el Deportivo Alavés y también que no parece haber tocado techo todavía. Ha hecho rutina de la excelencia y mantenerlo en plantilla puede ser uno de los grandes éxitos del club este mercado.
Pese a que su nombre ha estado encima de la mesa de entidades con mayor caché, en las oficinas de Mendizorroza han hecho oídos sordos, consciente de que el alicantino aún tiene contrato hasta 2027 y es uno de los valores más sólidos a las órdenes de Luis García.