Antonio Sivera pasa por su mejor momento en el Deportivo Alavés, y se nota. El de Jávea llega a su encuentro con Diario de Noticias de Álava con una sonrisa de oreja a oreja, la cual mantiene durante toda la entrevista, y transmitiendo una seguridad que, hace unos años, muy pocos hubieran imaginado. Ha dado un paso al frente esta temporada, y el equipo lo está agradeciendo. Sin sus paradas, igual de milagrosas que las de su predecesor, la situación de los babazorros la tabla no sería tan privilegiada. 

Semana extraña, con muchos compañeros fuera, pero ¿le viene bien al equipo este impás de cara a afrontar la recta final del curso?

Te diría que sí. Los que formamos el once inicial habitualmente hemos acumulado muchos minutos y el otro día, en San Mamés, ya pudo verse que la gente necesita descanso. Creo, entonces, que este parón nos puede ayudar de cara a las nueve jornadas que quedan por delante. 

El vestuario no da por hecha la permanencia, según han ido comentando varios protagonistas. Ahora bien, con un colchón tan importante, cómo se frena esa relajación que, de manera inconsciente, se tiende a dar.

Confiando mucho en la palabra del míster, que tiene mucha experiencia en esto. Es evidente que contamos con una ventaja importante; pero no podemos relajarnos hasta tener cerrada la salvación. Ya se sabe que en el fútbol, sobre todo en estos meses, puede haber sorpresas.

¿Esperaba que el Alavés llegase a este punto del curso en una situación tan buena?

Si me lo hubieras preguntado en agosto, te habría dicho que no. No imaginaba que los tres de abajo fueran a descolgarse tanto, si bien creo que no debemos quitarnos mérito. Aunque está siendo una campaña atípica por lo que te digo, los 32 puntos no son casualidad, sino la consecuencia de haber hecho las cosas muy bien hasta el día de hoy. Ahora, queremos sacarnos esa espinita clavada con los derbis. 

En la línea de lo anterior, ¿qué valoración hace de lo que ha dado de sí la temporada hasta el momento?

Bastante positiva. Nos he visto regulares desde el primer día y considero que, en algunos partidos, hemos merecido más. También me ha parecido que la línea del equipo ha sido ascendente, mérito tanto de los jugadores como del cuerpo técnico.

¿Y en el apartado individual?

Pese a que llevo siete años aquí, esta temporada ha sido para mí como debutar de nuevo en Primera División. Esta vez con un rol más protagonista, y cada día me he ido sintiendo más cómodo. Además, que me haya tocado ayudar al equipo en momentos importantes me ha venido bien para mi confianza. Sigo trabajando, intentando mejorar cada día, para que el Alavés esté el próximo curso en la máxima categoría. 

La intervención contra el Rayo Vallecano fue clave, sobre todo por el minuto y lo que significaba el partido, pero yo recuerdo una que pudo ser incluso mejor -ante el Valencia, en la primera vuelta-. ¿Con cuál se queda de toda la temporada?

Me quedaría con las dos que dices, la verdad. No es menos cierto, eso sí, que la del Rayo tuvo más impacto, pues veníamos de cinco jornadas sin ganar y el momento en el que se dio hizo que cogiera más valor del que podría tener en cualquier otro encuentro.

Mendizorroza coreó su nombre, ¿recordará ese momento como uno de los más felices de su carrera?

Sin duda. Fue algo increíble y a la vez inesperado. Si lo hubiera pensado, no me habría imaginado cumplir así los cien partidos con la camiseta del Glorioso. No lo voy a olvidar nunca. 

La imagen también es bonita por cómo, en cuanto se pita el final, Jesús Owono corre hacia usted, ¿qué importancia le da a tener un compañero, y a la vez rival, que le apoya de esa manera?

Formamos un muy buen equipo, junto a Javi Barbero. Nos llevamos genial los tres, celebramos lo positivo que le pasa a cada uno y eso hace que el día a día sea mucho más sencillo. Para mí es fundamental contar con alguien como Jesús. Me apoya, diciéndome tanto las cosas buenas como las malas y también me aprieta. Es un chico profesional y con mucha hambre. 

Parte importante de la labor de los porteros depende también de la defensa. ¿Le ha sorprendido su desempeño? Salvo Gorosabel, ninguno de los tres había tenido demasiada experiencia en Primera. 

Sí. Muchas cosas de las que estamos viviendo este año no me las hubiera imaginado en agosto, en la línea de lo que decía antes. Creo que el trabajo y la humildad de cada uno de ellos, haciendo caso de lo que les dice el cuerpo técnico, ha provocado que mejoren cada día. Obedecer a personas con más experiencia, y las ideas tan claras, ayuda mucho a conocer y ponerte en distintas situaciones. 

Usted, en realidad, tampoco tuvo muchas oportunidades en la élite en el pasado. ¿Ha notado mucha diferencia respecto a la exigencia en Segunda?

Claro. Ahora todo es mucho más rápido, desde los movimientos colectivos hasta la rapidez con la que piensa cada jugador. Primera, al final, es la mayor escala de nuestro fútbol y se nota el nivel. 

¿Qué rival, delantero imagino, le ha complicado más o le ha obligado a estar más atento? 

Robert Lewandowski. Me di cuenta tarde, y comprobé que es una persona que tiene una ocasión y te hace un gol. Es increíble, pero te define de una manera brillante. Se nota que es uno de los mejores del mundo.

En la línea de lo comentado hasta ahora, es evidente que un descenso nunca es positivo, pero tanto a usted como al Alavés parece que les ha venido muy bien.

Queremos verlo así. Bajar nos vino bien para concienciarnos de ciertas cosas y también para la evolución del equipo. Es cierto que tuvimos un poquito de suerte, pues ascender en un solo año ha permitido, al no tener un impacto económico tan negativo, formar las bases para el futuro.

Antonio Sivera, durante su entrevista con DNA en Ibaia. Jorge Muñoz

Durante todos estos años, en los que tuvo que aguardar su momento a la sombra de Fernando Pacheco, ¿confiaba en que llegaría a ser el portero titular del Glorioso?

Lo veía lejos, la verdad. Pienso que jugar en Segunda era el paso que necesitaba para coger confianza tras tanto tiempo detrás de Pacheco. Se dieron cosas muy bonitas el curso pasado y eso ha hecho que hoy tenga el privilegio de estar en Primera con el Alavés. 

Llegó a salir del club en aquella época –rumbo al Almería–, ¿se le pasó por la cabeza una salida definitiva al ver que no tenía continuidad?

En ningún momento. Como he dicho otras veces, abandonar Vitoria-Gasteiz nunca fue una opción porque siempre me sentí apoyado por parte del Alavés. Esa seguridad que me ha dado el club, sin presionarme incluso cuando no estaba lo bien que debía estar, no se compra con dinero. 

Renovó hace poco hasta 2027, buena muestra de que la entidad albiazul le considera una pieza importante del proyecto.

Eso pienso. Me conocen desde hace siete años, saben que soy trabajador y que siempre intento mirar por el bien del Alavés. Ahora me toca agradecer ese contrato con mi labor en el día a día, tratando que el equipo esté el mayor número de años posible en la élite. 

Curioso, en este sentido, que en un mismo año se haya apostado tanto por cerrar la continuidad de todos los porteros, ¿no?

(Ríe). Como te digo, todos estamos trabajando bien con Javi (Barbero) y creo que, al ver esa sintonía, la dirección deportiva ha optado por dar continuidad a lo que ya hay. 

Como uno de los capitanes, ¿cree que esta temporada se han establecido unas bases sólidas para crecer en los próximos años?

Diría que sí, y debemos pensar de esta manera. Si queremos consolidarnos en la élite, debemos seguir con la idea de hacer las cosas bien, manteniendo a jugadores que son importantes para nosotros. A partir de ahí, iremos hacia arriba.

¿Qué diferencia ve entre este Alavés, que está cerca de conseguir la permanencia, y el que descendió?

No sabría decirte, partiendo de la base de que, cuando pierdes la categoría, todo lo ves mal. Además, habiendo estado en diferentes vestuarios, considero que no deberíamos haber descendido aquel año. Recuerdo la plantilla y había jugadores con experiencia y mucha calidad.

"Luis García es de los entrenadores más importantes de mi carrera"

Retomando las cuestiones sobre el proyecto, falta la firma del míster, ¿le preocupa?

Bueno, él es el primero que traslada a la plantilla el mensaje de que lo primero es hacer los deberes, y los deberes son certificar la permanencia. Algo que sería muy importante tanto para el club como para la plantilla al completo. A partir de ahí, el tiempo y la decisión de ambas partes dirá si continúa o no. Estamos todos contentos con él, creo que la dirección deportiva también, y supongo que llegarán a un acuerdo en cuanto se consiga el objetivo. 

¿Qué ha significado para usted Luis García Plaza?

Ha sido de los entrenadores más importantes de mi carrera. Me ha dado esa confianza que llevaba tiempo sin tener, lo cual le agradezco, y es por ello que cada día intento demostrarle que quiero seguir teniendo minutos. 

Siempre se ha dicho que los porteros llegan a su momento óptimo a los 30 años, ¿tiene aún cosas por mejorar hasta entonces?

Claro. Juego aéreo, con los pies… Afortunadamente, creo que son aspectos que se trabajan y que, con confianza, van saliendo mejor. 

Donde anda muy bien es en cuanto a reflejos, ¿cómo trabaja esa habilidad de gato?

Es algo propio de los porteros, diría. Aunque sí es cierto que yo, al no tener la envergadura de otros compañeros, sí que intento potenciar mi velocidad. 

Ha tenido errores, como cualquier otro guardameta, durante estos años, ¿es de los que se come mucho la cabeza? 

No demasiado. Sí que soy una persona que, cuando comete algún error, intenta incidir durante la semana para que no vuelva a ocurrir, pero no me martirizo por ello. 

¿Cuáles son sus referentes bajo los palos?

Si te digo la verdad, me fijo e intento aprender de cualquier portero de Primera División. Siempre, eso sí, he tenido un ídolo y es Víctor Valdés. 

Ya que estamos en medio de una jornada internacional, ¿la selección es un objetivo o le parece muy difícil? A Luis de la Fuente ya le conoce. 

Lo veo lejos, pues hay porteros importantes y de gran nivel en este país, pero hay que pensar en grande. Voy a trabajar para intentar cumplir eso que, a día de hoy, es más un sueño que otra cosa. 

Por último, su contrato acaba en 2027, ¿cómo le gustaría ver al club por entonces?  

El Alavés en Primera, eso seguro. A poder ser, además, con unas bases sólidas que permitan dar continuidad a ello durante muchos años. Luego, quién sabe. Tal vez algún día, en una temporada inesperada, podamos conseguir algo todavía más bonito e importante.  

Antonio Sivera, durante su entrevista con DNA.

Antonio Sivera, durante su entrevista con DNA. Jorge Muñoz