El Deportivo Alavés, que sigue pendiente de certificar su permanencia en Primera División, recibe este domingo (18.30 horas) al Atlético de Madrid en Mendizorroza. Un rival siempre muy peligroso, como cualquier equipo que pelea por el título liguero, pero que, en vista de los últimos acontecimientos, llega especialmente dolido a tierras gasteiztarras. 

Esto último se debe a que los colchoneros fueron eliminados de la Champions League este martes por el Borussia Dortmund, quien castigó todos y cada uno de sus errores. El resultado en el Signal Iduna Park fue de 4-2 y así se desvaneció el sueño del equipo del Cholo de plantarse en una nueva final europea -la última fue en 2014, contra Olympique de Marsella-.

Es cierto que, aun superando al cuadro alemán, al Atlético todavía le hubiera faltado vencer al Paris Saint-Germain para plantarse en el Etihad Stadium, pero el haber eliminado al Inter de Milán e ir por la, a priori, parte más sencilla del cuadro había generado un clima de ilusión muy importante, sobre todo después de ganar a los negriamarillos en la ida (2-1).

Tal decepción, eso sí, es un arma de doble filo para el Alavés, pues puede encontrarse a un rival apagado, aún con la cabeza en Dortmund, o a su versión más vengativa. Sea como fuere, lo decisivo una vez más va a ser que los pupilos de Luis García Plaza recuperen su mejor versión. Esa que, por ejemplo, pudo verse repetidamente a lo largo del mes de enero.

Si no lo consiguen, los babazorros son conscientes de que, incluso después de un varapalo como el del miércoles, el Atlético cuenta con futbolistas de sobra para decidir un partido. La temporada de Antoine Griezmann está siendo notable, Samu Lino es toda una revelación y Álvaro Morata, pese a sus grandes errores en Alemania, siempre es peligroso.