Diciembre no ha sido un mes positivo para el Deportivo Alavés. Pese a la buena imagen ofrecida en la mayoría de sus compromisos, los babazorros se han marchado al parón navideño con tres derrotas consecutivas en su casillero liguero. Dos de ellas las han sufrido en Mendizorroza, donde se ha merecido mucho más frente a Las Palmas y el Real Madrid, y la otra a domicilio, en la que, eso sí, apenas hubo opciones contra el Girona.

En consecuencia, el Glorioso ha visto reducido su colchón sobre los puestos de descenso a solo tres puntos, cuando hasta hace poco era de siete. Una distancia peligrosa, sobre todo ahora que el Celta acumula cuatro jornadas sin perder, pero que no debe atenazar a la plantilla albiazul, sino todo lo contrario. Si hay un momento ideal para mostrar fortaleza, es ahora que, después de la visita a la Real Sociedad, va a arrancar la segunda vuelta. 

Aunque lo habitual, y con razón, es señalar las últimas diez jornadas como la fase decisiva del campeonato, lo cierto es que los comienzos de año son igual de determinantes. No para lograr el objetivo propuesto, pues el Alavés, como bien ha dicho Luis García Plaza en varias ocasiones, va a estar en la pelea hasta el epílogo, pero sí con la idea de hacerse con una posición ventajosa de cara esa recta final, siempre macabra entre quienes pelean por la permanencia. 

La temporada pasada, por ejemplo, los gasteiztarras llegaron al Estadio de Gran Canaria, ya en la última jornada, con opciones de ascenso directo gracias a su gran inicio del 2023. Tras un mes de diciembre horrendo, en el que sufrieron cuatro derrotas consecutivas (Granada, Tenerife, Levante y Málaga), la vuelta de las vacaciones no pudo ser mejor. Se sumaron 18 de los 21 puntos siguientes y, de esa manera, se escaló hasta la segunda plaza.

Con un arranque de año menos favorable, el Alavés no hubiera estado en la pelea por las dos primeras posiciones con el Granada, Las Palmas, Levante y Eibar, pues fueron esos seis triunfos en siete partidos los que le permitieron minimizar daños en la fase final, igualada a más no poder. Cuando los nervios afloran, a todos los equipos les cuesta más ganar, en especial si han dejado los deberes para el último día, y así se demostró.

Para cambiar esa dinámica horrible de finales del 2022, cabe recordar, al Glorioso le vino muy bien la Copa. Pese a que los resultados no se transfieren de una competición a otra, las sensaciones sí lo hacen, y es por ello que el duelo frente al Real Betis, programado para el 6 de enero, también va a ser relevante de cara a empezar la segunda vuelta con buen pie. Pocas cosas darían más confianza a la plantilla que eliminar a uno de los candidatos al título.

EL CALENDARIO

En la línea de todo lo anterior, es digno de mención que, una vez superada la expedición a Anoeta, donde se cerrará la primera vuelta de LaLiga, el Alavés afronta una fase del calendario que, si bien no deja de ser muy exigente, sí que le enfrenta a rivales que pelean por su mismo objetivo. Es decir, los albiazules van a tener ante sí la oportunidad, aún más si cabe, de lograr una posición ventajosa de cara a la fase decisiva del campeonato.

Después de dicho duelo contra la Real Sociedad –y también el de Copa ante el Betis–, el Glorioso saldrá hacia el Sánchez Pizjuán para verse las caras con el Sevilla, que tiene los mismos puntos (16), y luego recibirá al Cádiz, con una unidad menos en su casillero (15), y visitará al Almería, actual colista de la máxima categoría. Febrero también será clave, con tres partidos en Mendizorroza (Barça, Villarreal y Mallorca) y uno en el Benito Villamarín.