El Villarreal, próximo rival del Deportivo Alavés en Liga, está siendo una de las sorpresas de este arranque de temporada, pero no para bien. Los groguets han sumado solo ocho puntos en las nueve jornadas disputadas hasta ahora y, pese a que la clasificación es un factor a tener muy en cuenta –ocupan la decimosexta plaza–, lo que más preocupa a la afición amarilla son las sensaciones que está dejando su equipo sobre el terreno de juego. 

Las alarmas se encendieron con la marcha de Quique Setién, quien fue despedido tras la cuarta jornada, y la situación no ha mejorado con José Rojo Martín, más conocido como Pacheta. Tres puntos de 12 posibles sumó el técnico cántabro y cinco de 18 ha logrado el burgalés desde su llegada; una cifra insuficiente para una escuadra que, en principio, estaba llamada a pelear por puestos europeos, aunque muchos aficionados lo ponen en duda.

Si bien la destitución de Setién podía preverse desde antes de que arrancara el campeonato, pues ya había sido cuestionado la temporada anterior y, además, no contaba con el favor del vestuario amarillo, lo cierto es que la labor estival del club groguet ha dejado bastante que desear. No en el aspecto económico –han llenado las arcas–, pero sí a la hora de suplir las grandes ventas con futbolistas del mismo nivel o, al menos, no demasiado dispar. 

El Villarreal, en concreto, se desprendió en verano de figuras clave como Pau Torres (Aston Villa), Samu Chukwueze (Milán) y Nico Jackson (Chelsea), lo que le supuso, contando otras salidas, un ingreso superior a los cien millones de euros, y solo invirtió en Alexander Sorloth (10 M€) y Ramón Terrats (2,5 M€). También fichó a Santi Comeseña, una de las revelaciones de LaLiga 2022-23, pero este llegó libre tras acabar contrato con el Rayo.

A esa pérdida de talento diferencial, la cual, eso sí, no ha supuesto una rebaja de las expectativas, tuvo que hacerle frente Setién inicialmente y, desde el 9 de septiembre, es Pacheta quien se está encargando de lo mismo. El de Salas de los Infantes aterrizó en La Cerámica con mucha ilusión, como no podía ser de otra manera al tratarse de la oportunidad más grande de su carrera –en cuanto a entidad se refiere–, pero no está teniendo la irrupción esperada. 

Pese a que arrancó bien, venciendo al Almería en casa, su discurso de fe, que tan bien había calado en la afición groguet, se ha ido diluyendo. Mucho han tenido que ver en esto último los dos compromisos más recientes en el feudo amarillo, donde el Villarreal, cuya puntuación es idéntica a la del Alavés (8), ha sido derrotado por el Girona y Las Palmas. Es cierto que ha merecido más, sin embargo, los méritos de poco sirven en los clubes tan grandes.

CONFIARSE NO ES UNA OPCIÓN

Ahora bien, que el efecto Pacheta no haya dado sus frutos aún y que, por ende, el submarino amarillo no pase por su mejor momento, no significa que el conjunto babazorro pueda infravalorarle en su visita de este domingo (18.30 horas) a La Cerámica. Así, sin ir más lejos, lo advirtió Rubén Duarte en su comparecencia del miércoles: “Si no estamos a nuestro mejor nivel, defendiendo bien y siendo agresivos, nos van a pintar la cara”. 

El entrenador burgalés ha tenido el parón para trabajar los distintos aspectos que tenía pendientes y, aun con la marcha de futbolistas clave mencionada previamente, el Villarreal sigue contando con una muy buena plantilla. Nombres como los de Alfonso Pedraza, Juan Foyth, Étienne Capoue, Santi Comesaña, Dani Parejo, Yéremy Pino o Gerard Moreno, siempre entre los máximos goleadores de LaLiga, no están al alcance de cualquiera

Además, los groguets ven la visita del Alavés como su gran oportunidad para dejar atrás las penurias y empezar a mirar hacia arriba. También con esa presión podrán jugar los pupilos de Luis García Plaza, pues otro mal resultado en La Cerámica, donde ya se escucharon pitos al término del partido frente a Las Palmas, pondría en tela de juicio la labor tanto Pacheta como la de la propia plantilla.

LA EXTENSA TRAYECTORIA DE PACHETA

Antes de firmar con el Villarreal, quien le ha permitido debutar en competición europea, José Rojo 'Pacheta' pasó por los banquillos del Numancia, Real Oviedo, Cartagena, Korona Kielce (Polonia), Hércules, Ratchaburi (Tailandia), Elche, Huesca y Real Valladolid. Entre sus éxitos, pueden encontrarse dos ascensos a Primera División, uno al frente del conjunto ilicitano y otro con el Pucela.