“Mendizorroza es especial”. Así lo manifestó Luis García Plaza en su comparecencia previa al partido y, de la misma manera, pudo comprobarse este lunes. En una nueva jornada mágica, el Deportivo Alavés hizo vibrar a su afición mediante un ejercicio de esfuerzo y valentía que, junto a los goles de Luis Rioja, Rubén Duarte y Kike García (x2), fue más que suficiente para superar a todo un Sevilla (4-3) y cosechar así el primer triunfo del curso.
Para la segunda cita del campeonato liguero, aún con el mercado de fichajes abierto, el técnico babazorro optó por recuperar su dibujo habitual, el 1-4-2-3-1, e introdujo en él un total de tres novedades respecto al once titular con el que formó días atrás frente al Cádiz en el Nuevo Mirandilla. Rafa Marín, Antonio Blanco y Miguel de la Fuente fueron, en concreto, los sacrificados para dar entrada a Carlos Benavídez, Xeber Alkain y Kike García.
La contienda, curiosamente, arrancó bajo un guión similar al mencionado estreno en el feudo gaditano, pero, en esta ocasión, favoreciendo al Alavés. A los seis minutos de juego, después de una buena triangulación al primer toque que no pudo culminar Kike, fue Luis Rioja quien, asistido por Jon Guridi, envió el balón al fondo de la red con un potente y ajustado zurdazo, desde fuera del área, que no pudo sacar Dmitrovic (1-0).
Gracias a ese tanto, los babazorros creyeron aún más en sus posibilidades y, pese que el Sevilla, tal y como se esperaba, dominó la posesión, cada una de las ofensivas sobre el área hispalense llevaron mucho peligro. Tanto fue así que Alkain y también el propio Rioja disfrutaron de dos buenas opciones para batir de nuevo al guardameta visitante, si bien ambas, por desgracia, no encontraron portería, siendo la segunda de ellas la más clara.
En esto último, precisamente, pudo apreciarse la diferencia entre Primera y Segunda División. Esa falta de acierto que hace unos meses no hubiera tenido castigo, sí lo tuvo contra el Sevilla, quien dio la vuelta al electrónico en un visto y no visto. Primero, por medio de un saque de esquina en el que Abqar se marcó en propia (1-1) y, poco después, a través de un remate inapelable, y que tocó en el poste, de Lamela desde la frontal del área (1-2).
Ahora bien, es digno de mención que dicho varapalo, fundamentado en el talento individual -y también cierta fortuna- de los hispalenses, no hizo que el Alavés se viniera abajo. Ocurrió, más bien, todo lo contrario. Cuando todo apuntaba a que los pupilos del exalbiazul Mendilibar se marcharían al descanso por delante en el marcador, apareció la zurda de Rubén Duarte para sorprender de lejos a Dmitrovic y colocar el empate (2-2).
Así, con el entusiasmo del gol y sin tiempo para más ocasiones, se llegó al intermedio en un Mendizorroza que disfrutó con un Alavés muy diferente al del Nuevo Mirandilla. Aunque la efectividad en ataque no fue la ideal, los gasteiztarras sí solucionaron todos esos problemas que había tenido para generar ocasiones frente al Cádiz y, con valentía y mucha personalidad, lograron hacer frente a todo un campeón de Europa como el Sevilla.
LA TARDE MÁGICA DE KIKE
Esas buenas sensaciones, además, no se limitaron a lo acontecido en la primera mitad. El Glorioso volvió al césped con una marcha más que su rival y, en apenas 18 minutos, puso tierra de por medio con un doblete de Kike García, quien vivió un estreno idílico en el Paseo de Cervantes. Uno de ellos fue de cabeza, asistido por Guridi, y el otro llegó gracias a un pase en profundidad de Rioja que aprovechó para marcharse de Dmitrovic y marcar a placer.
A partir de ese momento, el Alavés supo desconectar por completo al Sevilla y, pese a que aún restaba más de media hora de partido por delante, Sivera no se vio obligado a intervenir en ninguna ocasión combinativa clara. Solo un golazo de Rafa Mir (4-3) a dos minutos del final, en una acción individual, puso algo de emoción a un desenlace en el que, como revulsivos, participaron Javi López (Alkain), Blanco (Benavídez), Sylla (Kike) y Miguel (Rioja).