Pocas notas positivas se pueden sacar cuando se encaja una derrota contra uno de los que sobre el papel será rival del Deportivo Alavés en la pelea por la permanencia, pero si hay algo a lo que se puede aferrar el conjunto babazorro de cara al futuro es a su mejoría en el tramo final del encuentro, en el que consiguió someter al Cádiz y encerrarlo en su área, aunque sin lograr anotar el tanto del empate.

La puesta en escena del Glorioso no fue la adecuada, al equipo se le vio nervioso con el balón, quizá fruto del estreno en la máxima categoría, y cometió errores defensivos por falta de concentración y colocación que le costaron el tanto local y podían haber salido aún más caros. Con el paso de los minutos, eso sí, el plantel fue asentándose sobre el terreno de juego, ganó confianza y fue acercándose cada vez más a la portería de Ledesma, especialmente a partir del ingreso de Kike García en el césped en el minuto 56. 

Tras una discreta actuación de Miguel de la Fuente, que apenas entró en contacto con el balón, el nuevo fichaje babazorro, que llegó a Vitoria el domingo y apenas había tenido tiempo para entrenar, le dio frescura al ataque albiazul y comenzó a comprometer a la defensa gaditana. La presencia de Kike García no tardó en hacerse notar y, de hecho, uno de sus primeros contactos con el esférico fue un remate de cabeza dentro del área, en el que el ariete se lanzó con todo a por el esférico en el segundo palo y logró ceder el balón para Gorosabel, que no pudo acertar.

Aunque no le llegaron muchos balones en zona de peligro, García logró sacar provecho de cada envío que le llegó, ya fuera forzando faltas gracias a su veteranía o descargando hacia los jugadores albiazules que llegaban desde segunda línea. Apretó en la presión y peleó cada balón dividido, obligando a la defensa local a estar pendiente de él y logrando que poco a poco fuera dando pasos hacia atrás.

Kike García se lleva la mano a la cara tras recibir un golpe Europa Press

Expulsión de Escalante

Fue en ese empeño de presionar y no dar ningún balón por perdido cuando Kike García logró forzar la expulsión del exalavesista Gonzalo Escalante en el minuto 88, algo que obligó al Cádiz a dejar de buscar definitivamente la portería de Sivera y a dedicarse durante los últimos diez minutos solo a defender el marcador, pero al Alavés le faltó pólvora arriba. El delantero fue a buscar un balón dividido por alto cuando Escalante estaba levantando el pie para intentar interceptarlo, no le importó poner en riesgo su físico y terminó recibiendo una patada en la nuca, que supuso la justa tarjeta roja al centrocampista rival.

Siguió apretando el Alavés y buscando a Kike García por alto mientras el Cádiz achicaba agua y, de hecho, tuvo en su cabeza la última oportunidad de conseguir el empate en el minuto 98 con un remate en el que se impuso en el salto a sus rivales, pero desviado y lejos de la portería. Intentó llegar Rioja al segundo palo, pero sin éxito.

Al final, el esfuerzo del atacante manchego, que agitó el encuentro con su ingreso al césped, no fue suficiente para conseguir puntuar en el Nuevo Mirandilla, pero sí que es señal de que Kike García llega en buena forma y con ganas de aportar desde el principio. Seguro que poder pasar más tiempo junto a sus compañeros en las próximas semanas y adaptarse al juego del Alavés le ayuda a ser más peligroso y conseguir ese gol con el que no se encontró en Cádiz. Tampoco le vendría mal la incorporación de aquí a final del mercado de futbolistas ofensivos de calidad que le envíen balones.