Pese a que la carta de Víctor Laguardia fue una despedida, tanto del fútbol como del Deportivo Alavés como capitán, sus palabras también evidenciaron que, salvo sorpresa, no se trata de un adiós, sino de un hasta pronto. El maño se ha convertido en una insignia de Mendizorroza, donde le consideran un gasteiztarra más, y es por ello que a nadie le sorprende la posibilidad de que, ya retirado, siga formando parte del club babazorro. 

La cuestión ahora, en relación con lo anterior, es conocer qué papel puede ofrecerle la entidad alavesista al exjugador aragonés dentro de su estructura, ya sea cerca del césped, como parte del primer equipo o de la cantera, o en algún estamento superior. Algo que, cabe mencionar, podría conocerse el próximo martes 18 de julio, fecha designada para la última comparecencia del káiser albiazul en la sala de prensa del Paseo de Cervantes.

Ese camino, el de colgar las botas y continuar en el Alavés, lo han dado bastantes exbabazorros en el plano deportivo -Iñigo Kalderon e Igor Martínez, dentro del fútbol base, son los ejemplos más recientes-, pero no ha sido demasiado habitual a nivel institucional. Sobre todo, de manera tan inmediata como podría ser el caso de Laguardia. Varios han sido los que, para ser reconocidos realmente por el club, han tenido que esperar años. 

La última excepción la marcó Sendoa Aguirre, quien, nada más retirarse, entró a formar parte de la secretaría técnica del Glorioso, entonces dirigida por Javier Zubillaga, para después ser el segundo entrenador de Alberto López y, por último, delegado. Un puesto que abandonó para volver al Athletic y que, curiosamente, tomó otro exjugador como Lluis Codina, cuyo regreso fue posible dos décadas más tarde de defender la zamarra albiazul.

Años atrás, también siguieron esos pasos, por ejemplo, Román Ibarrarán (vocal); Juan Gorospe (expresidente); Vicente Espinosa (directivo y vicepresidente); Luis Antonio Sánchez Martín, que, después de siete temporadas sobre el césped de Mendizorroza, ocupó la gerencia del Alavés; José Luis Larrea (secretario y delegado de campo); y Roberto Ortiz de Urbina (director de administración).

LA BALCONADA LE ESPERA

Lo que, mientras se decide su futuro, sí parece un hecho es que Víctor Laguardia va a ser el encargado de representar al Glorioso el próximo 4 agosto en la Balconada de San Miguel. Allí, el club babazorro, junto a los aficionados Raúl Corralejo, su hijo Aratz, y Leire Ruiz de Apodaka, será el encargado de lanzar el txupinazo que dará inicio a las esperadas fiestas de La Blanca.