En la celebración por el ascenso a Primera, donde la plaza de la Virgen Blanca estuvo abarrotada por miles de alavsistas desde primera hora de la tarde, todos los focos apuntaron a Villalibre. El ariete vizcaíno, autor del gol que brindó al Glorioso el billete a Primera, reservó para la tarde de hoy su particular concierto con la trompeta.
El Búfalo de Gernika prometió, tras la victoria ante el Levante, que usaría la trompeta en Vitoria como muestra de respeto al conjunto granota. Y, como era de esperar, Villalibre cumplió con su palabra. La plaza de la Virgen Blanca estaba deseosa por escuchar al delantero babazorro tocar alguna de las canciones del Alavés mediante su indistinguible instrumento. Ese mismo que le caracterizó durante su periplo en el Athletic Club, con el que celebró el triunfo ante el Barcelona en la Supercopa de España.
La presentación de los futbolistas, en la que los jugadores saltaron coreados por la afición a la tarima, ya demostró las ganas que tenía la ciudad de Vitoria por escuchar a Villalibre. El aclamado futbolista se atrevió a tocar varios de los cánticos más emblemáticos de la parroquia albiazul. Entre ellos, aquel que comienza con el “Deportivo, ale, ale, súbete con nosotros al tren”. Tan pronto como Villalibre se aventuró con la trompeta, la afición coreó al unísono las letras del amplio repertorio musical del Glorioso. Sus compañeros disfrutaron de la actuación del vizcaíno exhibiendo así, una vez más, el buen ambiente que ha respirado el vestuario durante todo el curso.
Una familia
Junto a Villalibre estuvieron futbolistas como Rioja, Baz, Owono y Balboa, pletóricos tras la actuación musical del goleador babazorro. De hecho, los jóvenes de la casa fueron los auténticos maestros de ceremonia. Sin embargo, quienes hablaron durante varios instantes con la afición a través del micrófono fueron, el propio Balboa, el capitán Laguardia y Luis García, el técnico que ha recuperado la ilusión de miles de alavesistas a través del sacrificio y el inagotable esfuerzo mostrado desde el primer día en el que llegó a Mendizorroza.
El histórico capitán babazorro agradeció el inagotable apoyo que ha mostrado la afición desde el primer dia de pretemporada. Laguardia, que sumaba un ascenso con el Alavés a la máxima categoría, realizó la ofrenda floral a la Virgen y, después, recibió el aliento de la marea albiazul congregada en la plaza. “Gracias afición. Pese a lo que pasó el año pasado, habéis estado desde el minuto uno”, manifestó el kaiser, quien lanzó un cohete a las nubes que cubrieron la capital alavesa. Luis García, incrédulo ante el apoyo de los alavesistas, aseguró haber sentido el apoyo “desde el primer día” y que, por tanto, la marea albiazul es “la hostia”.