Tras su apoteósico triunfo en el Ciutat de València, el Alavés regresa a la élite del fútbol español y con ello entra en otra dimensión apenas 398 días después del trágico descenso de categoría, también acaecido en Orriols tras una derrota por 3-1. Una noticia que por sí sola supone algo extraordinario para el club y, en general, también para la ciudad y la economía local, que se beneficiarán de forma mayúscula por el generoso retorno económico que supone la presencia de un equipo en Primera División.
El club vitoriano tan solo habrá estado un año en el purgatorio de la Segunda tras haber vivido la mejor racha de temporadas consecutivas entre lo más granado del fútbol español, en concreto seis (de la 2016-17 a 2021-22). Con la que viene, serán 18 las campañas que el Glorioso milita en Primera, un lugar en el que espera asentarse pese a las consabidas dificultades. Será el momento de ver nuevamente en Mendizorroza a los Vinicius, Modric, Lewandowski, Pedri, Griezmann y compañía, auténticas estrellas del firmamento futbolístico que harán las delicias de los aficionados alavesistas, que no han tardado en exceso en superar el mazazo que supuso ver cómo el equipo de sus amores daba un grave paso atrás en cuanto a jerarquía.
A nivel económico, la diferencia es abismal entre las dos categorías. El trágico descenso de categoría había dañado de forma notable las cuentas del Alavés durante esta campaña recién finalizada. Hace un año, el presidente Alfonso Fernández de Trocóniz desveló al poco de consumarse el triste adiós a Segunda que el club recibiría esta campaña un 80% menos de ingresos por derechos de televisión y perdería un 75% en cifra de volumen de negocio. Todo ello obligó, por razones obvias, a la entidad del Paseo de Cervantes a ajustarse el cinturón en casi todas las áreas y adelgazar su estructura.
Pues bien, los rectores alavesistas dispondrán ahora nuevamente de más margen para intentar seguir consolidando un proyecto que, a nivel económico, recibirá un gran impulso a todos los niveles. Se espera que el grupo humano del Glorioso crezca de forma notable con un mayor número de trabajadores para adecuarse a lo que exige la Primera. Posiblemente lleguen más técnicos de todos los niveles, comerciales y especialistas en diversas parcelas médicas o incluso periodistas en la parcela de comunicación.
Derechos de televisión
La Primera no tiene parangón. Se avecinan fichajes importantes y los gastos a nivel de fichas crecerán, pero los ingresos –he aquí lo importante– se multiplicarán para las arcas albiazules gracias a un mayor volumen de ingresos en cuanto a patrocinios, marketing y, sobre todo, derechos de televisión.
El Alavés ha tenido esta temporada un presupuesto cifrado en algo menos de 40 millones de euros que ahora volverá a subir de forma exponencial. En la temporada 2021-22, la última en Primera, el Glorioso percibió simplemente casi 50 millones de euros por la retransmisión de sus encuentros. Todas las entidades deportivas se reparten a partes iguales en Primera el 50%, mientras que un 25% se encuentra en función de los resultados de los últimos cinco años y otro 25% la implantación social (recaudación en abonos, la taquilla media de las últimas cinco temporadas, la participación de cada club en la generación de recursos por la comercialización de las retransmisiones televisivas...)
Es evidente que el Alavés volverá a ser uno de los proyectos más humildes de Primera y su presupuesto no solo será inferior respecto a los grandes transatlánticos del fútbol español sino también con algunos rivales directos. Sin embargo, Josean Querejeta y su grupo de trabajo han sabido gestionar el Alavés de forma notable durante años precedentes.
Tal y como ha sucedido con el Baskonia desde tiempos inmemoriales, el desafío es volver a hacer del Alavés un club con mayor solera y que sepa estar a la altura de las circunstancias. Algo que no sucedió en el ejercicio 2021-22 cuando, tras jugar con fuego anteriormente, terminó quemándose en la hoguera. La estabilidad en el banquillo será fundamental en este sentido, ya que durante la última década han desfilado excesivos entrenadores por Mendizorroza.
Vitoria y sus instituciones también agradecerán lo que no está en los escritos este ansiado ascenso. Y es que el Alavés volverá a convertirse en un motor económico de Primera, una empresa de la máxima categoría que redundará muy positivamente en las arcas de la ciudad, la provincia o el mundo hostelero.
Comercios, bares, restaurantes y hoteles, especialmente cuando lleguen los derbis ante el Athletic, Osasuna y Real Sociedad, facturarán mucho más dinero en los partidos de casa mientras que la recaudación fiscal también experimentará una considerable subida con futbolistas, presumiblemente, de un caché más importante.
Otro aspecto del que estarán pendientes los aficionados a corto plazo es la campaña de abonados. Antes de la del mes de invierno para la segunda vuelta en Segunda, el Alavés contaba con algo más de 14.000 socios, una cifra ligeramente superior a la del último curso en Primera. Al seguidor albiazul le tocará rascarse el bolsillo para ver a algunos de los mejores jugadores del mundo en Mendizorroza, aunque seguro que la mayoría lo hará gustoso.
