“Han hecho sus deberes que no era fácil, ¡eh! Mira el Eibar. ¿Cuánto tiempo lleva sin ganar? El Málaga se lo puso muy complicado y dejó claro que es muy difícil ganar en esta Segunda División, pero el Alavés supo sacar su partido adelante y ahora depende de sí mismos que es lo mejor que les puede pasar”, se felicita Julio Roca.
El que fuera presidente del Zuzenak hasta hace bien poco sabe bien lo que es vivir un ascenso a Primera. Ha disfrutado de los tres últimos. El de 1998 con Mané en el banquillo, el de 2005 con Piterman al frente del club y el de 2016 con Bordalás como timonel de la nave albiazul. Este último a pie de campo en lo que calificó como “una experiencia inolvidable”, que confía en que este año se vuelva a “repetir otra vez”.
Porque Roca es consciente de que está complicado. Al Alavés le ha tocado bailar con la más fea en su reto de regresar a Primera. Un duelo ante todo un aspirante a Primera División como El Las Palmas, que llega en un buen momento. Encima toca jugar en su estadio. “Es un hueso duro de roer. Muy duro”, confirma.
Este incombustible seguidor albiazul considera que el cuadro babazorro debe “exhibir mucha cabeza”. “Los jugadores tienen que ser conscientes de lo que se juegan. Otra temporada en Segunda División sería muy difícil de soportar y tienen que ser conscientes de que deben salir a darlo todo”, insiste.
Los chispazos solo no valen
Corazón caliente y cabeza fría. Esa es la receta para lograr una victoria que devuelva al Alavés a Primera División. Salir con todo. Esta vez no valen medias tintas, a juicio de este amante de la fotografía. “Recuerdo partidos que ha estado mordiendo al rival en todo momento y otros que no. Ha jugado a base de chispazos y ahora eso no valdrá. Este tiene que ser un partido de los de comerse al rival”.
Julio Roca confía a ciegas en la tropa de Luis García. “Va a ser un partido complicadísimo, pero el Alavés tiene equipo para eso y para más”, apunta. Eso sí, insiste en la premisa necesaria para lograrlo. “Espero ver un equipo con mentalidad ganadora”, añade. Insiste en que nada de medias tintas. “A comerse al rival”, repite.
Este fotógrafo del pueblo, como es conocido en Gasteiz tras ser el encargado de retratar desde hace años todos los eventos deportivos minoritarios de la capital alavesa y diferentes actos socioculturales, apela al espíritu irreductible de los pupilos de Luis García. Ese que le ha llevado a levantarse de la lona cuando estaba al borde del KO, tal y como ocurrió ante el Albacete y el Málaga. “Este Alavés sabe resurgir de lo más hondo. Se crece ante las complicaciones”, afirma.
Un equipo de raza, en opinión del exmandatario del Zuzenak. “Los jugadores se están exprimiendo al máximo y están haciendo un buen papel”, alaba Roca.
El “Pío, pío” atronará
Ahora les toca poner la guinda en el peor escenario posible. Tocará abstraerse del pequeño infierno que les espera en el Estadio de Gran Gran Canaria. “Va a estar el campo lleno. Es una afición que anima mucho. Cuando se ponen con el “pío, pío”, así todo el rato puede llegar a afectar. Se van a encontrar un ambiente muy hostil, pero son jugadores profesionales y deben saber superar esto”, confía.
“Va a ser un partido de nervios y de mucha tensión, pero los jugadores no se pueden amedrentar. Si tienes miedo y titubeas, pierdes. Hay que tirar para delante"
Este impulsor del deporte adaptado en Gasteiz espera, además, que al Glorioso no le afecte el vértigo por estar ante la oportunidad de lograr un ascenso. Se ha visto que el miedo ha atenazado a muchos de los aspirantes en estas últimas semanas, pero en opinión de Roca es hora de jugar ya sin cadenas. “Va a ser un partido de nervios y de mucha tensión, pero los jugadores no se pueden amedrentar. Si tienes miedo y titubeas, pierdes. Hay que tirar para delante”, reclama.
Por eso, quiere dar un consejo a Luis García. “Que afronte el partido con mentalidad ganadora”. Y es que a Julio Roca le viene a la cabeza esos momentos en los que el Alavés ha puesto toda la carne en el asador y entiende que ese es el camino a seguir. “Cuando han ido a por el partido y a comerse al rival... es que se lo comen”, rememora.
Ese es su firme deseo. Ver a un Alavés voraz que se meriende al canario para lograr el ansiado ascenso y de paso premiar a la afición albiazul por su fidelidad incondicional. “La afición es de Primera. Se han portado de bandera toda la temporada. Han animado desde el minuto uno al último pase lo que pase y eso es de un mérito tremendo. Se merecen este premio”, concluye.
