El sorprendente empate del Levante en casa ante el ya descendido Ibiza permite al Alavés depender de sí mismo para lograr el ascenso. El hecho de no estar en manos de terceros hace albergar aún más esperanzas si cabe de regresar a Primera. Así lo ven tanto Emilio Quílez como Iñaki Ocenda. “Las opciones están intactas”, apunta el primero de ellos. “Todas”, añade el segundo. “Dependemos de nosotros mismos. Hay que agarrarnos a eso”, recalca Ocenda.

Quílez, entrenador del conjunto albiazul en la temporada 1983-84 e inquilino del mismo de forma puntual en la 82-83 y en la 90-91, recurre a un símil tenístico para valorar las posibilidades de los de Luis García Plaza. “Ahora ha recuperado el saque”. Le falta rematar la faena. Ya no se pueden escapar más oportunidades, considera esta enciclopedia del Glorioso. “Ha tenido cinco bolas de partido y las ha desaprovechado, pero ahora llega la hora de la verdad y no puede fallar más”, añade en alusión a los tropiezos sufridos en estas últimas semanas.

“Ha tenido cinco bolas de partido y las ha desaprovechado; ahora no puede fallar más”

Emilio Quílez

Iñaki Ocenda, quien fuera entrenador del Alavés en el tramo final de la campaña 2009-10 tras la destitución de Javi Pereira, comparte la opinión del que fuera su técnico en el cuadro babazorro en los inicios de los 80. “Totalmente de acuerdo”, asegura el exfutbolista albiazul. 

El duelo de este sábado en Mendizorroza es clave. Ambos lo tienen claro. “Todo pasa por ganar al Málaga”, apuntan al unísono. “No contemplo otro resultado”, recalca Quílez. “Dependemos de nosotros mismos. Tal y como ha ido el curso estamos ante una gran oportunidad y ya no se pueden desaprovechar más”, añade al respecto Ocenda.

MIEDO Y TENSIÓN

Y es que toca dejar a un lado las especulaciones y poner toda la carne en el asador. Nada de ser temerosos, como admiten los dos extécnicos. “Hay miedo a ascender. Lo reconocían hace unos días los jugadores de Las Palmas tras el empate ante el Villarreal. Juegan con cadenas ya que pesa la responsabilidad y por eso les cuesta”, asegura Quílez. “La tensión que existe en este final de temporada es increíble. Algo difícil de ver. A todos les están temblando las piernas”, corrobora al respecto Ocenda.

El pupilo de Quílez en el Alavés de los 80 no da crédito ante algunas de las situaciones que se han vivido durante estas últimas semanas. “Si nos dicen contra quién nos hubiera gustado jugárnosla, todos habríamos dicho ante un colista sin opciones y mira la que lió el Ibiza. El Levante fue incapaz de generar ante un equipo ya descendido”, puntualiza con sorpresa.

Emilio Quílez e Iñaki Ocenda, con el Alavés. Pilar Barco

Y es que ambos están alucinando con el devenir esta temporada del campeonato de Segunda División. “Es la liga más extraña y equilibrada de la historia”, detalla Quílez. “Si él lo dice, que es un analista y tiene todos los datos históricos, no le voy a llevar la contraria. Habrá mirado todas las cifras de otras campañas y será así”, bromea Ocenda.

El exjugador del Alavés, Sestao y Racing, entre otros, tiene claro que este curso la categoría de plata está más reñida que nunca. “Todos estamos muy sorprendidos con lo que está pasando”, insiste.

A POR TODAS, CON EQUILIBRIO

Esta pelea titánica y los continuos tropiezos de algunos de los favoritos han permitido al cuadro babazorro tener la mano en estas últimas partidas. Ya no vale darse mus. Habrá que ir con todo, en opinión de Quílez. “Es el momento de desatarse. No queda otra. Está todo un ascenso en juego y hay que hacerle ver al rival que vas con todo desde el inicio. El Alavés debe dar un puñetazo en la mesa”, afirma rotundo este histórico que conoce todos los entresijos del Glorioso. 

Ocenda, por su parte, se muestra más comedido. Prefiere cierta cautela antes de exponerse en exceso. “En el fútbol hay una palabra clave que es equilibrio. Es importante defender bien y atacar cuando puedas. Si eres bueno defendiendo, tendrás tus oportunidades en ataque y es ahí cuando debes aprovecharlas”, recalca.

“En el fútbol el equilibrio es clave; es importante defender bien y atacar cuando puedas”

Iñaki Ocenda

Eso sí, tiene claro que es al Alavés al que le tocará llevar el peso del partido. “Ningún equipo domina los 90 minutos y será clave estar bien plantados atrás cuando ataque el rival, pero debes salir con la intención de mandar y estar muy centrado”. Nada de despistes. Hay mucho en juego. 

El premio es grande y por eso merece la pena dejarse el alma en el intento como pide Quílez. “El equipo tiene que poner su impronta en Mendi. Asustar al rival y acogotarle. Hay que salir a por todas desde el primer momento”, reclama.

PARTIDO A PARTIDO

Lo dicho: toda la carne en el asador. No hay que mirar más allá del partido del Málaga.“No hay que hacer cábalas ni pensar en lo que va a venir después. Hay que acogerse a la filosofía cholista e ir partido a partido. Tienen que jugar como si fuera el último. Es la final”, aclara el antiguo técnico babazorro. 

Iñaki Ocenda también lo tiene claro. Ahora mismo para el Alavés no debe haber nada más allá del Málaga. “Eso es. Todo pasa por ganar este partido. No hay más. Será complicado. Los jugadores del Ibiza ante el Levante corrieron como animales y los del Málaga, que tienen una mínima opción de salvación, nos lo van a poner muy, muy difícil. Hay que dar todo en esta jornada. No puedes mirar más lejos”. 

“El Alavés debe dar un puñetazo en la mesa; es el momento de desatarse y que el rival vea que vas con todo”

Emilio Quílez

Un encuentro clave que la plantilla albiazul debe afrontar con la mente limpia. No vale lamentarse de los errores del pasado. Ya solo vale el presente. Emilio Quílez recurre de nuevo al tenis para explicar la situación de la escuadra gasteiztarra. “Los más fuertes no piensan en el error cometido y se centran en el punto siguiente. No vale de nada”, recuerda. Filosofía al más puro estilo Rafa Nadal. Mentalidad de acero. Eso es lo que necesita el Alavés para esta recta final de campaña. “Hay que hacer un lavado de cerebro. Es casi más un trabajo psicológico que futbolístico”, considera Quílez.

Ocenda está de acuerdo con lo que dice su entrenador hace ya cuarenta años. “Existen muchos factores dentro del fútbol. Aspectos técnicos, físicos y psicológicos y ahora este último es clave. Los jugadores están con miedo a fallar un remate, un pase, a no blocar un balón el portero... Suena ilógico que con el premio tan grande al que aspiran estén con estos temores pero se está viendo que es así. Todos están con miedo y, aunque parezca un sinsentido, hay que saber superarlo”.

CAER Y LEVANTARSE

Para ello también recurre a la filosofía de Nadal de mirar solo hacia delante. “Estoy totalmente de acuerdo con Emilio. El decir ‘qué pobre soy’ no vale de nada. Me he caído. Pues hay que volver a levantarse”, indica. Nada de reconcomerse con los errores cometidos en el pasado. “Sí que hay que analizar lo que se ha hecho mal, pero enseguida pasar página. Aprender de ello y tener un pensamiento positivo. Eso es clave”, recuerda Ocenda.

Otro aspecto que puede desequilibrar la balanza es la parroquia albiazul. El estadio del Paseo de Cervantes debe ser un auténtico fortín este sábado ante el Málaga. “La afición va a jugar un papel clave. El público tiene que llevar al equipo en volandas. Mendizorroza tiene que ser un polvorín”, pide Quílez. 

Ocenda, por su parte, no alberga duda alguna de que así será. “Mendi está apretando de lo lindo esta temporada. Es el jugador 12, 13, 14, 15...”, apunta el preparador gasteiztarra en alusión al apoyo incondicional del aficionado alavesista. Confía a su vez en que “el empuje de la grada sea positivo” para el equipo. “El pasarse de frenada no es bueno. Habrá que saber templar las emociones”, reclama Ocenda. “Somos una afición que siempre es positiva. Los jugadores saben que van a tener a la gente de su lado del minuto 1 al 90 y que si dan todo no se les va a reprochar nada si no ganan”. 

Este fin de semana toca dar el primero de los pasos necesarios hacia el retorno a Primera ganando al cuadro costasoleño. El objetivo radica en lograr el ascenso sin esperar al peligroso play off. “Sería una gozada subir directamente”, concluye. Eso espera Quílez también. La Liga de las Estrellas espera de nuevo al Alavés tras un solo año en el purgatorio. l