El Deportivo Alavés rescató un valioso punto en la visita al Belmonte en un escenario que se puso cuesta arriba desde el pitido inicial. Pese a una primera mitad en la que el Glorioso estuvo superado por la pujanza y el frenético ritmo manchego, la reacción en la segunda parte permitió a los hombres de Luis García regresar a Vitoria con un empate para no descolgarse en la lucha por el ascenso directo. 

Preso de sus temores y del nerviosismo de quien no quiere caer de la pelea por regresar a la máxima categoría, el cuadro babazorro se mostró amordazado durante un inicio de partido en el que el Albacete se encargó de llevar el ritmo de juego. El Alavés, que necesitaba sumar un triunfo para asaltar los primeros dos puestos, volvió a ir a remolque en una nueva incursión lejos del estadio de Mendizorroza.

Y es que, precisamente, los compromisos del Glorioso como visitante han sido el verdadero lastre para los de Luis García durante este curso. De hecho, los del Paseo de Cervantes tan solo han sumado dos goles en sus últimos cinco partidos fuera de Vitoria, un indicativo de las dificultades que sufre el equipo albiazul para sumar de manera regular y no depender de su fiabilidad ante la hinchada alavesa.

Desajuste defensivo

El tanto del Albacete, además, llegó a raíz de un error defensivo que está siendo recurrente en las últimas semanas. El Glorioso, caracterizado durante buena parte del campeonato por contar con una defensa de garantías, ha mostrado cierto nerviosismo en la recta final del curso. En la retina albiazul quedan los fallos ante el Levante y Granada. Y ayer, un desajuste en la línea defensiva entre Abqar, Sedlar y Javi López fue suficiente para que los de Luis García sufriesen un duro golpe anímico.

No obstante, el tiempo de descanso resultó decisivo para dar un giro sobre el timón y saltar al tapete del Belmonte como un Alavés mucho más reconocible. El cuadro vitoriano manejó a su antojo una segunda mitad en la que fue encerrando al Albacete en su propia área. La entrada de Abde en la banda izquierda brindó al equipo el desequilibrio que tanto se necesitaba para romper la férrea defensa manchega. El canterano tan solo suma 90’ en los últimos diez partidos correspondientes al campeonato liguero, pero ha hecho méritos para ganarse la etiqueta de ser un revulsivo de garantías.

Tras la amenaza de Villalibre, Rioja y del propio Abde, el Glorioso obtuvo el premio a su insistencia en el tiempo añadido. En un lance embarullado con Panichelli, Abqar e Higinio como protagonistas, fue el ariete del Albacete quien metió el balón en propia puerta para certificar el empate. Un gol que debió llegar antes dado el vendaval babazorro, pero que subió al marcador en el minuto 92’. El Alavés no se quiso conformar con el punto y siguió atacando el área de un Altube imperial durante los últimos instantes. La encomiable reacción de la expedición albiazul fue tardía, pero a la vez suficiente para, al menos, rescatar un valioso punto y no alejarse definitivamente del resto.

En esta tesitura de máxima igualdad y en la que la distancia ante el Granada es de dos puntos, el Alavés mira a la próxima jornada como la última bala para poder ascender sin llegar al play off. Si bien es cierto que los de Luis García no dependen de sí mismos en las ecuaciones ante el Granada y Levante, sí lo hacen ante el Eibar y Las Palmas. Por ello, el enfrentamiento ante el Málaga es decisivo para viajar a Canarias con opciones reales de regresar a la máxima categoría por la vía rápida.