El Deportivo Alavés deshizo las dudas del último mes de competición tras una victoria de oficio ante el Tenerife. El cuadro babazorro, necesitado de un triunfo que le aupase en la lucha por el ascenso, se mantiene firme en la encarnizada pelea que se vivirá hasta el final del curso por regresar a la máxima categoría. La próxima prueba para el Glorioso, cuyo eslabón más débil ha sido, precisamente, mantener la solvencia lejos de Mendizorroza, será ante un Huesca que no pierde en su casa desde la segunda jornada del curso.
Los pupilos de Ziganda han hecho del Alcoraz un auténtico fortín. Buena prueba de ello es que desde el 28 de agosto, el Huesca no ha caído derrotado en su estadio. Además, de los 43 puntos logrados por la escuadra altoaragonesa durante el presente curso, 31 han sido en condición de local; más de un 70% de su cómputo general. Esta fiabilidad consolida al próximo rival babazorro como el sexto mejor local de la categoría, tan solo por detrás de auténticos aspirantes al ascenso como son el Granada, Alavés, Eibar, Las Palmas y Levante, quienes apenas han perdonado en los enfrentamientos disputados en sus estadios.
Obligados a ganar
El Huesca no solo es una dura piedra de toque ante su fiel afición, también es el equipo de Segunda que más empates ha cosechado durante la temporada. Los de Ziganda han logrado las tablas en el marcador hasta en 16 ocasiones, la misma cifra de victorias por parte del conjunto babazorro, que necesita sumar de tres de manera consecutiva para acercarse a los puestos de ascenso directo.
Esta seguridad que transmite el Huesca como anfitrión pone en alerta a un equipo, el Alavés, que necesita seguir sumando de tres para recortar distancias con los rivales que ocupan los puestos de ascenso directo. El conjunto babazorro, que durante este curso no ha sido capaz de inclinar la balanza en su favor en los duelos lejos de Mendi que se han decidido por pequeños detalles, dispone de una oportunidad de oro para dar un golpe sobre la mesa.
No en vano, el Alcoraz ha propiciado durante este curso varios pinchazos a rivales que mantienen la etiqueta de ser los aspirantes al ascenso. El Levante, por ejemplo, cayó por 3-0 en su reciente visita a Huesca y el Granada, por su parte, no fue capaz de superar el empate en su último enfrentamiento ante el cuadro altoaragonés. El cuadro babazorro, que en la primera vuelta derrotó a los de Ziganda con un apretado 2-1, se encontrará con un rival que en las ocho últimas jornadas ha logrado seis empates y dos victorias.