El Deportivo Alavés consiguió su objetivo este sábado en Mendizorroza. Pese a que no ofrecieron su actuación más brillante del curso, los pupilos de Luis García Plaza fueron capaces de superar al Tenerife y, de esta manera, pusieron punto y final a la mala racha que les había martirizado en las anteriores cuatro jornadas. Jon Guridi fue, en concreto, el protagonista de la tarde al marcar el único, y por ende decisivo, gol del encuentro (1-0).

Hubo novedades en el once, tal y como se esperaba, pero no todas tuvieron relación con la fecha de selecciones. Laguardia ocupó el lugar de Abqar, convocado por Marruecos; Salva Sevilla arrancó junto a Toni Moya, quien retrasó su posición debido a las ausencias de Blanco, con España, y Benavídez, lesionado; Jason le quitó el sitio a Alkain, desapercibido en El Toralín, y tanto Guridi como Sylla hicieron lo propio con Miguel y Villalibre. 

El Alavés volvió así a su esquema clásico, el 4-2-3-1 que tan bien le había funcionado durante el curso, y saltó al césped del Paseo de Cervantes dispuesto a controlar el juego. Esta idea de Luis García, sin embargo, apenas pudo apreciarse en los primeros compases, pues si alguien arrancó enérgico la contienda, y por ende la dominó, ese fue el Tenerife de Ramis, capaz de encerrar a los babazorros en su campo sin demasiada oposición.

A través de constantes centros laterales, mal rematados pese a las facilidades ofrecidas por la zaga, e incorporación al ataque de varios de sus hombres de segunda línea, el conjunto chicharrero completó 15 minutos más que notables. Un cuarto de hora en el que el Glorioso, incapaz de combinar con su centro del campo, solo pudo mirar la portería rival en una incorporación ofensiva de Duarte que terminó con un remate desviado de Guridi. 

Afortunadamente, el Alavés terminó reaccionando, aunque no de la manera que cualquiera se hubiera imaginado. Fue el VAR, que llamó al colegiado Cordero Vega para que anulase una pena máxima que había señalado sobre Tenaglia, el que cambió el partido. A partir de ese momento, a priori negativo, los albiazules se vieron capaces de atacar el área enemiga y, de esta manera, impidieron que el Tenerife adelantase líneas con facilidad.

El marcador, no obstante, siguió mostrando las tablas cuando ambos equipos tomaron el camino de los vestuarios. Si bien es cierto que los gasteiztarras fueron mejorando con el paso de los minutos, ninguno de sus acercamientos llegó a intimidar al guardameta Soriano. Les faltó profundidad en todo momento y, en esto último, tuvo mucho que ver la poca incidencia de la sala de máquinas, apagada como en las anteriores jornadas.

Pocos minutos después de arrancar la segunda mitad, dispuesto a dar un empujón a su equipo, Luis García dio entrada a Javi López y Asier Villalibre en lugar de Laguardia, con amarilla, y Sylla. Ahora bien, los primeros en reaccionar a los cambios no fueron los babazorros, sino los chicharreros. En el lanzamiento de un córner, Gallego recibió solo en el área y remató al larguero, provocando así el suspiro nervioso de Mendizorroza. 

El Alavés, eso sí, apenas tardó en responder -y con acierto, además-. Avisó Tenaglia, quien apareció en el segundo palo para provocar la intervención decisiva de Soriano; y no perdonó Guridi. El mediapunta de Azpeitia marcó de tacón su primer gol con la zamarra albiazul (1-0) y dio por finalizada así la mala racha de cara a portería de los vitorianos, incapaces de anotar en las cuatro jornadas anteriores.

Por delante en el electrónico, el Glorioso supo manejar los tiempos a la perfección y, gracias a su fortaleza defensiva, pudo asegurar su ventaja e, incluso, buscar la sentencia. La ocasión más clara, en concreto, la tuvo Villalibre en sus botas. El Búfalo recibió un buen pase en profundidad y pudo encarar la meta rival sin oposición, pero, cuando se disponía a rematar en el mano a mano, un jugador chicharrero se interpuso en su camino.