Las Gloriosas son el farolillo rojo de la Liga F, sin embargo, aún hay tiempo para reaccionar y conseguir la permanencia. Tras dos semanas de parón por selecciones, el conjunto dirigido por Iñigo Juaristi vuelve a la acción este sábado y lo hace frente al Madrid CFF, un rival muy exigente, tal y como demuestra su quinto puesto en la tabla, pero al que varios equipos de la zona media-baja ya han sorprendido en su casa a lo largo de este curso.

Ahora bien, lo más importante no es el contrincante, sino el propio conjunto babazorro. En estos momentos, el Alavés necesita centrarse en sí mismo y recuperar urgentemente las sensaciones que tuvo en la recta final del año, cuando pudo vencer al Real Betis, el Sevilla y el Valencia. Tres victorias que parecían la llave para cambiar la dinámica anterior, pero que no vieron continuidad desde la eliminación en la Copa de la Reina.

En este sentido, la propia clasificación debe servir como motivo para seguir creyendo en la remontada. Pese a la mala primera vuelta que han realizado, las Gloriosas solo están a dos puntos de la permanencia, limitada por el propio cuadro bético con 14 unidades. Además, los equipos de delante tampoco están demasiado distanciados: el Villarreal tiene tres más, el Levante Las Planas cuatro y tanto el Athletic como el Sporting Huelva cinco. 

Va a ser importante, eso sí, que los refuerzos invernales se acoplen lo antes posible al grupo. El club gasteiztarra fue uno de los que más se movió en el último mercado de fichajes y ese esfuerzo debería notarse con el paso de las jornadas. Sobre todo, teniendo en cuenta que las incorporaciones, aún siendo jugadoras muy jóvenes, atesoran un talento del que muy pocas escuadras de la zona baja de la tabla pueden presumir.

Cabe recordar, en relación con lo anterior, que las Gloriosas lograron en enero las cesiones de Ornella Vignola y Esther Laborde, dos promesas muy bien valoradas del FC Barcelona. Asimismo, Juaristi recibió en propiedad a Júllia Moreira, dispuesta a aprovechar su primera oportunidad en el fútbol europeo, y solo tuvo que dejar salir a Abdulai Mukarama.