Pese a que Luis García Plaza avisó en varias ocasiones sobre que, en algún momento de la temporada, su Deportivo Alavés pasaría por una mala racha, la realidad es que, al igual que sucedería en cualquier otro equipo, es inevitable la aparición de cierta preocupación de las gradas del Paseo de Cervantes. Un sentimiento en el que tienen bastante que ver los últimos resultados, pero que no son tan alarmantes como la imagen de inferioridad que han mostrado los babazorros en cada una de sus tres derrotas consecutivas –o dos si se quiere obviar lo ocurrido en Los Cármenes con el arbitraje–.

Además, por si ver al Glorioso ofreciendo sus actuaciones más pobres del curso no fuera suficiente, el bache albiazul ha coincidido con el buen momento de otros aspirantes al ascenso como el Eibar, el Levante o el Granada, quienes han ajustado sobremanera la clasificación. En la actualidad, a falta de una única jornada para finalizar la primera vuelta, los gasteiztarras ocupan la quinta posición de la tabla con 34 puntos, dos menos que el líder, el mencionado cuadro armero, y solo dos más que el séptimo clasificado, el Cartagena.

Una situación muy diferente, bastante menos favorable, a la que tenía el Alavés hasta hace menos de dos semanas. Tras su victoria contra el filial del Villarreal en Mendizorroza, los vitorianos terminaron la decimoséptima fecha del campeonato en lo más alto de la clasificación, con tres puntos de ventaja sobre el segundo y el tercero, Las Palmas y Burgos, y otros siete por encima del Eibar, que en ese momento, pocos días después del empate entre ambos en Ipurua, estaba fuera de los puestos de promoción de ascenso.

Quien mejor conoce las razones por las que la escuadra gasteiztarra está en su peor momento de la temporada, y ha demostrado tener aptitudes de sobra para llevar al Glorioso hacia su objetivo, es Luis García; no obstante, si se echa un vistazo a los datos de los últimos partidos, el apartado en el que claramente se ha visto desmejorado al equipo es en el defensivo. Buena muestra de ello es que ante el Granada, Tenerife y Levante ha encajado un total de siete goles cuando en los anteriores ocho encuentros solo había recibido dos.

Ahora bien, por mucho que la retaguardia albiazul haya sido la que ha acaparado la gran mayoría de los reproches, lo cierto es que el Alavés tampoco ha estado ni mucho menos brillante en ataque. Ha seguido marcando goles, eso es verdad, pero se ha notado un bajón importante, cubierto muchas veces por las acciones a balón parado, a la hora de generar acciones de peligro, lo cual fue uno de los puntos fuertes del conjunto vitoriano a lo largo de las primeras semanas del campeonato.

En este sentido, se está echando mucho de menos a futbolistas que, por sus trayectorias y aptitudes, deberían dar un paso al frente. Este es el caso, por ejemplo, de hombres como Luis Rioja, muy intermitente durante todo el curso; Jon Guridi, venido a menos después de un arranque sobresaliente; u otros tal que Miguel De la Fuente o Xeber Alkain, quienes, si bien es cierto que derrochan esfuerzo cada partido, no terminan de encontrar su mejor versión en los últimos metros.

El gol ‘average’

Al Alavés, además, en los últimos días se le han complicado más de lo esperado los resultados particulares; esos que, aunque no siempre son decisivos, sí pueden llegar a serlo al término de la temporada. Algo alarmante, en esa misma línea, es que los babazorros no han sido capaces de ganar a ninguno de los ocho primeros, entre los que se encuentra, de LaLiga Smartbank a lo largo de la primera vuelta, aunque sí ha podido puntuar en distintas ocasiones.

En concreto, echando un vistazo únicamente a los rivales de la zona alta, el cuadro albiazul tiene perdido el gol average con el Levante, Burgos y Granada; y, asimismo, lo mantiene igualado con el Eibar, Las Palmas, Cartagena y Albacete. Es digno de mención, por otro lado, que tres de esos siete duelos directos los ha disputado en Mendizorroza, donde solo la escuadra granota, dirigida por Javi Calleja, ha sido capaz de conseguir tres puntos en lo que va de liga.