Tras su positiva cesión en La Romareda, donde dejó buenas sensaciones entre las filas del Real Zaragoza, Borja Sainz regresó a Vitoria-Gasteiz al término de la temporada 2021-22 dispuesto a hacerse con un sitio en el equipo de Luis García Plaza. Sin embargo, pocos días después de su regreso, el extremo vizcaíno fue informado de que, por segunda campaña consecutiva, no entraría en los planes del Deportivo Alavés, quien decidió ponerlo en el mercado y buscar una salida interesante para ambas partes.

Borja Sainz pelea un balón con Oier Sanjurjo. | FOTO: JAVIER BERGASA

En consecuencia, y después de varias semanas de negociaciones, Borja terminó poniendo rumbo al Giresunspor turco en lo que pareció una operación bastante arriesgada para su futuro, pero nada más lejos de la realidad. En apenas dos partidos oficiales con el conjunto de Giresun, el exalbiazul ya se ha convertido en uno de los jugadores indispensables de su técnico Hakan Keleş; algo a lo que, además, se debe añadir la buena imagen que está logrando entre los aficionados otomanos.

Borja Sainz no se cortó en mandar callar a la grada del Galatasaray tras su gol

Borja Sainz no se cortó en mandar callar a la grada del Galatasaray tras su gol

¿Cómo lo ha conseguido? Mediante goles; dos, en concreto. El primero de ellos, se lo marcó al Adana Demirspor en la jornada inaugural de la Superliga, cuando cayeron por 2-3 en su propio estadio. Una diana, por ende, no muy determinante, pero que le hizo ser el primer futbolista español que debuta marcando en la máxima categoría turca desde 2015. Y eso sin olvidar, claro está, la confianza que le pudo aportar tanto a él mismo como a su entrenador, que volvió a apostar por él de inicio en la segunda fecha.

Para esta última, Borja tuvo que visitar uno de los feudos más exigentes del país, el Nef Stadium del Galatasaray, y allí hizo estallar de júbilo a los muy minoritarios seguidores visitantes. Ocurrió en el minuto 77, momento en el que, con el empate a cero en el electrónico, aprovechó un error en la salida de balón del gigante turco y, solo ante el portero, no dudó en deshacerse de él para marcar a placer el gol de la victoria de su equipo y repetir así una gesta que ya habían logrado el pasado mes de enero.

En su paso por el Alavés, a donde llegó procedente de la cantera del Athletic Club, Borja Sainz defendió la camiseta albiazul en 44 ocasiones (1233’) que le sirvieron para anotar dos tantos y repartir otras dos asistencias. Fue su relevancia en el Miniglorias la que provocó que Asier Garitano confiara en él e, incluso, lo terminara considerando como un integrante activo de la primera plantilla, aunque, posteriormente, dicha apuesta dejara de tener continuidad con la llegada de otros entrenadores.