El estatus del Deportivo Alavés respecto al mercado de fichajes ha cambiado con su descenso a Segunda División. Después de varias temporadas obligado a competir con equipos más fuertes económicamente o, en esa misma línea, dispuestos a hacer una inversión mayor, el conjunto babazorro ha regresado este año a un plaza conocida, porque la categoría de plata siempre ha sido su zona de confort, pero en la que ahora, al contrario que en ocasiones anteriores, le reconocen como parte de la clase noble. 

Una ventaja que se daba por hecho, pues lo mismo les sucedió a los anteriores clubes que descendieron de LaLiga –y, por ende, recibieron su respectiva ayuda económica–, y de la que la entidad del Paseo de Cervantes, dispuesta a hacer todo lo que esté en su mano para regresar lo antes posible a la élite, no ha dudado en aprovecharse. Además, lo ha hecho con gran celeridad, evitando así que otros clubes de LaLiga SmartBank interesados en los mismos objetivos pudieran cerrar las negociaciones solo por haberlas iniciado antes.

Por ejemplo, esto último se ha visto con el reciente fichaje de Luis García Plaza. Tras abandonar el Mallorca a finales del pasado mes de marzo, el madrileño recibió llamadas de varios equipos punteros de Segunda y estuvo muy cerca de decidirse por la oferta del Huesca, pero la llegada de Sergio Fernández al grupo de pretendientes le hizo cambiar de opinión completamente. Tanto que, al día siguiente de que cerrase el telón de su temporada, el Alavés dijo adiós a Julio Velázquez y anunció al exbermellón como el elegido para buscar el ascenso.

Asimismo, este escenario ha vuelto a repetirse en el caso de Xeber Alkain. Cuando la Real Sociedad hizo saber que no renovaría su contrato, multitud de equipos de la categoría de plata, atraídos por su espectacular despliegue en el Sanse, movieron ficha y, entre los diferentes candidatos, el Real Zaragoza destacó como gran favorito para hacerse con sus servicios. No obstante, el Glorioso apareció de nuevo en la ecuación y, pese a que los maños ya se habían ilusionado con su fichaje, el atacante de Hondarribia terminó en Mendizorroza.

Ahora bien, no todo es positivo en esta narrativa. Aunque ser cabeza de ratón esté beneficiando mucho al Alavés, que debe seguir imponiendo su estatus para hacerse con los futbolistas más interesantes del mercado de Segunda, es importante recordar que dicha ventaja tiene sus inconvenientes. Porque al igual que se ha convertido en un destino muy atractivo para muchos jugadores, el conjunto gasteiztarra también ha perdido interés entre los que aspiran de manera realista a jugar en Primera División.

ASPECTOS NEGATIVOS

Algo que, sin ir más lejos, buscan exalbiazules como Gonzalo Escalante o Mamadou Loum, a los que la entidad vitoriana ya no podrá fichar en propiedad incluso a sabiendas de que son dos apuestas casi seguras para establecer las bases de su futuro. Y es una pena, puesto que hacía varios años que dos cedidos no destacaban de la manera que lo han hecho tanto el centrocampista argentino como el senegalés, por quienes, a raíz de las últimas informaciones, parece que se están peleando varios equipos de la máxima categoría. 

Para finalizar, en ese mismo sentido, tampoco se debe olvidar el hecho de que el Glorioso haya dejado de ser atractivo para sus propios baluartes. Esos que todavía tienen contrato vigente con el club del Paseo de Cervantes y, por ende, podrían encabezar el nuevo proyecto, pero que, sin embargo, prefieren encontrar una salida que les permita seguir metidos en la rueda de LaLiga, a donde no es fácil regresar una vez se sale de ella.