Regresar cuanto antes a la Primera División. Esta es la mentalidad con la que afronta el Deportivo Alavés su futura participación en la categoría de plata, desde donde ya mismo tendrá que reconstruir su proyecto deportivo para volver a codearse entre los equipos pertenecientes a la élite futbolística. Al club babazorro, con mucho trabajo en los despachos en las próximas semanas, le aguardan toda clase de rivales en el futuro.
En el purgatorio de la Segunda conviven equipos históricos que en su día rozaron la gloria e inmersos ahora en su particular travesía por el desierto y, al mismo tiempo, otros más modestos que luchan con la máxima ilusión por consolidarse en el fútbol profesional.
Pese a que el objetivo prioritario sea el de ascender a Primera por la vía rápida y con la menor demora posible, la Segunda demuestra en cada edición su extrema dificultad. El ejemplo del Eibar, al que le bastaba el domingo un punto en Alcorcón para ascender y perdió contra todo pronóstico, es el mejor ejemplo de su dureza. En ella, el conjunto teóricamente más poderoso puede sucumbir ante el más endeble. La distancia entre la gloria y el infierno es, en ocasiones, milimétrica. Por eso mismo, en Segunda es de vital importancia mantener cierta continuidad y no caer en una dinámica de resultados negativos. Es una categoría en la que especialmente se precisa de estabilidad a todos los niveles.
El Deportivo Alavés ya conoce a una gran parte de los rivales con los que se verá las caras. Eso sí, tanto el Almería como el Valladolid, dos proyectos de gran envergadura económica, acaban de lograr el ascenso a Primera y no serán enemigos albiazules. La distancia entre los primeros dos puestos y el tercero ha sido de tan solo un punto, un factor que debe servir como aviso para la próxima temporada.
La última plaza para alcanzar la gloria se pondrá en juego entre el Eibar, Girona, Las Palmas y Tenerife, clasificados para un play off de ida y vuelta donde no hay margen para el error. El Glorioso compartirá nivel con escuadras de alcurnia como, por ejemplo, el Zaragoza, el Sporting de Gijón y el Málaga, tres equipos que demuestran lo complicado que es regresar a la categoría reina en un corto plazo. Estos dos últimos, además, han logrado la permanencia casi sobre la bocina, lo que teóricamente era impensable para dos instituciones con tanto recorrido en la élite del fútbol español.
EL EIBAR SE HA QUEDADO A LAS PUERTAS DEL ASCENSO DIRECTO PESE A SUMAR 80 PUNTOS. EFE
En Segunda también se encuentran clásicos como el Cartagena, Ponferradina, Burgos, Huesca, Leganés, Ibiza, Lugo y Mirandés; todos ellos integran la zona media de una categoría con apenas cenicientas. El Andorra y Racing de Santander son dos equipos que ya han logrado su ascenso a Segunda y todavía quedan dos plazas más para los equipos de Primera RFEF que están inmersos en los play off. A ellas optan Deportivo, Linares, Villarreal B, UD Logroñés, Albacete, Rayo Majadahonda, Racing de Ferrol y Gimnastic de Tarragona.
En vista de la estabilidad que demanda una categoría tan ardua y exigente como la Segunda, es básico acertar con los futbolistas de cara a la próxima temporada. El cambio de ciclo en Vitoria es un hecho y la cúpula albiazul deberá dotar de los mejores recursos a una plantilla que lucirá nuevas caras prácticamente en cada línea.
En pos de comenzar cuanto antes la confección de la plantilla, el club afincado en el Paseo de Cervantes ha apostado por Luis García Plaza para que sea el encargado de lograr el ascenso. Caché y experiencia en el banquillo de Mendizorroza, lo que teóricamente reafirma al conjunto babazorro como uno de los principales candidatos para lograr el ascenso. Y es más, el técnico madrileño ha integrado para la causa a Salva Sevilla. Un futbolista veterano, capaz de trasladar al campo las órdenes que parten desde el banquillo y que, además, conoce de maravilla la categoría.
No en vano, obviando que el Alavés necesitará captar futbolistas con cierto bagaje en Segunda, es innegable que la calidad individual es lo que marcará la diferencia entre unos equipos y otros. Es por ello que mantener en las filas babazorras a jugadores clave como Rioja o Pacheco también puede convertirse en un argumento de peso para que el Glorioso se consolide como un candidato claro al ascenso, aunque dicha premisa no se presenta sencilla dado el interés que despiertan en algún Primera o sus elevadas fichas para la categoría.
EL ALICIENTE DEL VIAJE Si bien es cierto que el nivel de los equipos de Segunda es notablemente inferior a los que el Alavés se ha enfrentado en los últimos años, los sufridores aficionados babazorros tendrán en los desplazamientos uno de los alicientes para afrontar la próxima temporada. La categoría de plata, al menos para el Glorioso, será atractiva por la cercanía geográfica de varios rivales directos. A una distancia próxima de Vitoria-Gasteiz se encuentran equipos como el Mirandés, Burgos y Racing de Santander; a unas tres horas de viaje están el Sporting de Gijón, Zaragoza, Huesca o Leganés. En definitiva, desplazamientos asequibles para acompañar al equipo en su nueva realidad competitiva.