Una de las incógnitas más importantes que va a tener que despejar el Deportivo Alavés durante el mercado estival es la de Víctor Laguardia. El central maño termina contrato el próximo 30 de junio y, tras el reciente descenso del conjunto babazorro a Segunda División, su continuidad está en duda por primera vez en mucho tiempo. Algo que, como era de esperar, ha generado en los últimos días cierto temor e incertidumbre entre la afición albiazul, a quien, pese a estar terriblemente decepcionada con el equipo, no le gustaría perder a uno de sus futbolistas más icónicos de la última década.

En tal sentido, y según lo que ha podido saber este periódico, hay opciones de que esto último no ocurra y que, por ende, Laguardia siga defendiendo la elástica babazorra en la categoría de plata, pero aún es demasiado pronto para hablar sobre este tema y, sobre todo, para asegurar nada. Porque, aunque el káiser está dispuesto a negociar su renovación -y, en esa misma línea, no vería con malos ojos continuar en Mendizorroza-, ambas partes ni siquiera se han sentado aún a discutir los términos de dicho acuerdo, en el que, lógicamente, también están metiendo baza varios equipos interesados, como el Zaragoza en sus servicios.

Ahora bien, los cantos de sirena provenientes de lugares ajenos a Vitoria-Gasteiz no parece que vayan a ser el principal condicionante para el defensor aragonés. En realidad, la oferta a la baja que le hará el Alavés, ahora con menos capacidad de maniobra, es lo que podría hacerle cambiar de opinión y, de esta manera, obligarle a reflexionar sobre si merece la pena o no seguir ampliando su leyenda en el Paseo de Cervantes. Y eso sin olvidar, por otro lado, la futura conversación que tendrá con Luis García Plaza acerca de su papel en el equipo, el cual podría ser de bastante menor calibre en comparación con el que ha tenido hasta ahora.

No por experiencia y jerarquía, pero sí por el nivel mostrado en los últimos dos años, pues, al igual que le ha sucedido a otros muchos jugadores del Glorioso, el rendimiento de Laguardia ha caído en picado, salvo por un pequeño arreón a las órdenes de Javi Calleja, desde el parón por el covid-19. Un lance que la entidad albiazul, como bien admitieron Alfonso Fernández de Trocóniz y Sergio Fernández en su desayuno con los medios de comunicación del pasado martes, quiere dejar atrás lo antes posible para así realizar por fin la regeneración que debía haberse hecho mucho antes.

Algo para lo que va a ser obligatorio una limpieza a fondo, pero en lo que podría encajar perfectamente el central maño, quien, además de conocer a la perfección lo que es la Segunda División, también sabe muy bien cuáles son los valores que deben resurgir el GloriosoEsos que durante mucho tiempo transmitió y contagió Manu García y que siempre necesitan tener un fiel representante sobre el césped o, como mínimo, en el vestuario, donde, si las negociaciones no llegan a buen puerto, solo quedaría Fernando Pacheco, cuya continuidad tampoco es una certeza, para realizar dicha tarea.

Titular indiscutible A pesar de que su rendimiento estuvo muy lejos del esperado, la realidad es que el káiser fue titular indiscutible con los tres entrenadores que pasaron por el banquillo de Mendizorroza -y eso que se incorporó a Matt Miazga para que fuera la pareja de Lejeune en el once-. En concreto, Laguardia jugó 34 partidos (3.044') la temporada pasada, todos ellos de inicio, marcó tres goles y repartió dos asistencias.l

CANTERA: JESÚS OWONO, HASTA 2024

Continuidad. Tras la renovación de Abde Rebbach, el Deportivo Alavés se aseguró ayer la continuidad de otro de los estandartes de sus cantera. Se trata de Jesús Owono, quien, como consecuencia de su gran temporada tanto con el filial babazorro como con la selección ecuatoguineana, ha ampliado su contrato con la entidad del Paseo de Cervantes hasta 2024. Owono, de 21 años, llegó a la Ciudad Deportiva José Luis Compañón en 2017 y ha ido subiendo escalones hasta convertirse en el guardián indiscutible de la meta del Miniglorias. Algo que, además, tuvo premio el pasado mes de enero, cuando debutó con el primer equipo ante la Real Sociedad.