Al término de cada jornada, LaLiga emite "un escrito de denuncia" al Comité de Competición de la RFEF y a la Comisión Antiviolencia con aquellos cánticos que se producen en los encuentros de fútbol y que "inciten a la violencia" o "tengan un contenido insultante o intolerante".

Pues bien, el protagonista de dicho documento, al menos durante esta semana, ha sido el Deportivo Alavés, en quien se ha fijado el organismo por lo sucedido durante el choque entre el propio conjunto babazorro y el Cádiz el pasado domingo en Mendizorroza.

Según el escrito presentado por la institución presidida por Javier Tebas; en el minuto 83 de dicho partido, alrededor de 600 aficionados locales -en referencia al fondo Polideportivo, donde se sitúa Iraultza 1921- entonaron de "forma coral y coordinadamente" el cántico "Lucas Pérez, hijo de puta" durante aproximadamente 8 segundos, siendo este acompasado con el sonido de tambores".

Un mensaje que aparece recogido como comportamiento prohibido y por tanto sancionable, tanto en el Código de Disciplina Deportiva de la RFEF como en la Legislación contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.