Ayer, 23 de enero de 2022, el Deportivo Alavés y sus aficionados despidieron en Mendizorroza un año que, pese a las dificultades ocasionadas por la pandemia del covid-19, ha sido histórico. Ahora bien, el privilegio de entrar en el grupo de los clubes centenarios no es lo único que lo ha hecho especial, pues, a lo largo de esos 365 días, el conjunto vitoriano también ha vivido varios momentos memorables como la permanencia que le permitió batir el récord de temporadas consecutivas en Primera División, el ascenso de las Gloriosas a la élite y, lo más importante, el regreso del sentimiento, el color y la voz al Paseo de Cervantes, donde el silencio había prevalecido durante meses por culpa del virus.
Todo ello, como es lógico, merecía un fin de fiesta a la altura y tanto la entidad gasteiztarra como Iraultza 1921 hicieron todo lo posible para que, sin importar lo que sucediera en el choque frente al FC Barcelona, el 101 cumpleaños fuera inolvidable.
Para empezar, los seguidores babazorros fueron recibidos en el estadio con una edición gigante de la baraja conmemorativa de Fournier, una portería LED realizada para el evento y la réplica del mítico marcador con el que Donato informó durante décadas de las variaciones de los resultados.
Posteriormente, ya en las gradas de Mendizorroza, llegaron los momentos más emotivos de la noche. Por una parte, Iraultza 1921 desplegó sobre su grada un enorme y precioso tifo con la imagen de Mané y La Paca -legendaria aficionada del Glorioso que permanece en la memoria del alavesismo-; y, en el momento en el que los jugadores saltaron al césped, la afición se puso en pie para entonar a viva voz el himno de Alfredo Donnay mientras las bufandas y las banderas albiazules ondeaban en alto. Un momento que, sin duda, trasladó a todos los asistentes a un tiempo pasado en el que recibimientos y celebraciones así no eran algo ocasional.
Asimismo, lo anterior estuvo precedido por un espectáculo de fuegos artificiales y un pasillo, a modo de homenaje, que terminó con los once elegidos de José Luis Mendilibar posando con un gigante 101 y un faldón que rezaba una de las frases más significativas del Alta la frente de Mikel Izal: "Por otros 100 años de gloria".
El saque de honor
Para finalizar la previa, Andoni Pereda Ortiz de Guzmán e Iñaki Ruiz Pereda, hijo y nieto de La Paca, realizaron el saque de honor ante la atenta mirada de cuatro históricos exfutbolistas del Alavés como Manolo Serrano, Alberto Roth, Aitor Arregi e Ibon Begoña, quien formó parte del conjunto babazorro que venció por última vez al Barça en el Paseo de Cervantes -en la campaña 2001-02 y, además, con un gran gol suyo-.