Es el segundo derbi consecutivo para los de Mendilibar. El duelo ante el Athletic Club esta tarde a las 18.30 horas es un choque de la más alta tensión, donde dos contendientes inmersos en dinámicas bien distintas volverán a verse las caras en Mendizorroza. Y es que si por sí solo el derbi ante el vecino acostumbra a tener un gran valor sentimental, la situación clasificatoria en la que se encuentra el Glorioso obliga a que los albiazules afronten este partido como una oportunidad de oro para poder salir del descenso.
Sin embargo, ante el Athletic se encontrará un equipo en alza tras la victoria ante Osasuna y el pase a octavos en Copa del Rey. Es cierto que durante la primera mitad de temporada el Athletic evidenció la falta de acierto en el área rival, pero ante el conjunto rojillo se pudo vislumbrar una actuación brillante en materia ofensiva. De hecho, de los cinco disparos que fueron a puerta tres acabaron en gol. Además, no se puede obviar el impacto de Oihan Sancet, que llega a Mendizorroza en su mejor estado de forma tras firmar un hat-trick en la anterior jornada.
Respecto al conjunto gasteiztarra, la semana previa al choque ante el Athletic no ha sido la más estable en Vitoria. Es cierto que en el plano de fichajes el equipo se ha reforzado con las llegadas de Escalante y Jason, pero la preocupación reside en las bajas por covid-19. Pachecho y Sivera regresaron a los entrenamientos del pasado viernes, pero a lo largo de la semana en Ibaia se ha echado en falta la presencia de futbolistas clave como Joselu, Laguardia, Lejeune y Duarte. No obstante, en el último entrenamiento previo al partido estuvieron los anteriormente citados, por lo que Mendilibar -a priori- tendrá a su disposición a los pilares claves del equipo. Aun así, la situación sanitaria provoca que hasta última hora no se sepan los protagonistas en discordia, y podría suceder algo similar a lo vivido ante la Real hace una semana.
Dejando a un lado los contratiempos derivados por la pandemia, es evidente que ante la Real se pudo ver un incipiente estilo Mendilibar. La presión alta, el robo de balón en campo contrario y después el juego vertical fueron las primeras claves del cuadro babazorro. Sin embargo, el camino a recorrer es largo y el principal margen de mejora reside en la búsqueda de la portería contraria, otra seña de identidad del técnico de Zaldibar. No obstante, si ante la Real se sufrió en los balones a la espalda que estaban dirigidos hacia Isak, ante el Athletic el nivel de atención ha de ser aun más alto si cabe. Y es que si por algo se caracteriza Marcelino es precisamente por el ritmo vertiginoso que busca en sus jugadores de ataque, en donde la velocidad de los hermanos Williams y Sancet es quizá el mayor peligro de los rojiblancos.
Por otro lado, es cierto que al Glorioso históricamente no se le ha dado especialmente bien enfrentarse al Athletic. De hecho, en los 51 partidos en los que ha disputado ante el cuadro bilbaíno, el Alavés tan solo ha salido victorioso en nueve de ellos. Sin embargo, desde el regreso a Primera las tornas han cambiado, especialmente en Mendizorroza. Desde la 2016-17 el Athletic aun no ha ganado en el feudo babazorro. O mejor dicho, el Alavés ha salido victorioso en cuatro de las últimas cinco visitas rojiblancas a Gasteiz. Y eso escuece por ‘El Botxo’.
En definitiva, no cabe la menor duda de que para seguir dando los pasos correctos hacia la ansiada salvación es sustancial sobreponerse en el derbi. No será una prueba sencilla para los de Mendilibar, pero sí será un test idóneo para sacar a relucir estas dos semanas de trabajo bajo las órdenes del técnico de Zaldibar.