A menudo se suelen considerar los enfrentamientos entre equipos que comparten objetivos e incluso similitudes en la clasificación como auténticas “finales”. Son partidos en los que, en función del resultado, uno u otro conjunto se ve relanzado en el aspecto anímico para dejar atrás la intranquilidad generada -en este caso- por la amenaza del descenso y afrontar así con mayor tranquilidad las jornadas venideras.
Y es que la visita del Levante a Mendizorroza puede suponer este sábado algo similar para la parroquia alavesista, que ha sido testigo de cómo Javier Calleja le ha dado un giro drástico de 180º a una situación que se antojaba más que preocupante hace escasas semanas después de que los malos resultados opacasen el trabajo realizado día a día.
Aunque no valen las confianzas, el granota es, a día de hoy, un conjunto que deambula como alma en pena por los estadios que componen LaLiga. Así lo atestigua la pésima actuación firmada el lunes por los pupilos de Javier Pereira en su casa frente al Granada. Además de caer por un rotundo resultado de 0-3, una de las imágenes que dejó la holgada derrota levantinista fue la de José Campaña pidiéndole al árbitro Sánchez Martínez que decretara cuanto antes el final del encuentro mientras su propia afición coreaba los pases del rival con hirientes olés.
Por tanto, es innegable que Alavés y Levante se encuentran inmersos en unas dinámicas completamente distintas. Mientras que el Glorioso parece haber dado con la tecla para enderezar el rumbo y suma siete puntos de nueve posibles, el conjunto levantino se mantiene anclado al puesto de farolillo rojo junto al Getafe y sigue sin conocer la victoria pese al cambio de entrenador. Ni siquiera el nuevo rumbo en el banquillo ha supuesto un aliciente en Orriols para revertir una situación tan negativa.
Además de esto, el Levante encadena ya más de 200 días sin disfrutar del sabor de la victoria y tan solo ha podido dejar la portería a cero en una ocasión desde el inicio de la temporada. Es más, el granota es el conjunto más fácil de batir en LaLiga; un total de 23 tantos que exponen bien a las claras las flaquezas defensivas de una escuadra en crisis y que cuenta con numerosas ausencias en su plantilla como Sergio Postigo, Mustafi, Radoja, Melero y Roger Martí.
Sin embargo, si por algo se caracteriza el Levante desde hace tiempo es por los jugadores de gran calidad técnica que se ubican a partir de la zona media. Morales, Soldado y De Frutos son futbolistas que pueden poner en serios aprietos a la zaga alavesista. Respecto a los encargados de ocupar la sala de máquinas, todo apunta a que los centrocampistas albiazules afrontarán la compleja tarea de frenar el talento de Bardhi y Campaña, este último ya recuperado para la causa tras una lesión muscular.
En definitiva, el duelo que se vivirá este próximo sábado en Mendizorroza a partir de las 18.30 horas supondrá un antes y un después para uno de los dos equipos. En el caso del Glorioso, hacerse con los tres puntos permitiría hacer realidad un doble objetivo. Por un lado, afrontar el parón de selecciones con un buen margen sobre el descenso y, por otro, aumentar la ventaja respecto al conjunto levantinista hasta los seis puntos. Además, también sería reseñable que Javi Calleja lograría así su mejor racha desde que llegó a Vitoria: un notable balance de 10 puntos de 12 posibles en las últimas cuatro jornadas.
Aún sin victorias. El próximo rival albiazul tiene el dudoso honor de ser el único que no ha ganado ningún partido hasta ahora. Sus seis puntos vienen por otros tantos empates.
Un coladero. La defensa granota también es de largo la peor de la categoría. No en vano, ya ha encajado la friolera de 23 goles desde el inicio del curso.
Sensibles bajas. En Vitoria no estarán los centrales Postigo y Mustafi ni tampoco los centrocampistas Radoja y Melero, todos ellos lesionados. José Campaña ya se ha recuperado de su lesión muscular.