El cambio climático es uno de los problemas más urgentes que afronta el planeta y la contaminación tiene gran parte de culpa en los efectos que ya se están notando claramente. Una contaminación en la que bastante tienen que ver los vehículos con motor de combustión y por ello en los últimos años se están implementando normas cada vez más restrictivas para algunos de ellos (como la prohibición de circular de los más contaminantes por las zonas de bajas emisiones de las ciudades), mientras trata de apostarse por los vehículos eléctricos, con los híbridos como transición.
Polémica propuesta en Alemania
En Alemania, lógicamente, también existe ese debate, pero allá se ha generado una importante polémica por la propuesta que ha lanzando el ministro de Transportes, Volker Wissing, que plantea prohibir conducir los fines de semana ya que, de no tomar medidas más drásticas que las que se están llevando a cabo, no serán capaces de reducir las emisiones de dióxido de carbono.
Una idea plasmada en una carta en el diario Bild, el dirigente remarca los problemas que tienen en la coalición de gobierno, formada por los partidos SPD, Alianza 90/Los Verdes y FDP (el partido de Wissing), para llegar a un acuerdo antes de julio sobre la protección climática. No hay consenso en torno a una ley que pretende revisar el cumplimiento de las emisiones de CO2 en todos los sectores, y Wissing asegura que si no se cumplen los objetivos durante dos años seguidos, el Gobierno podrá decidir en qué sector aplica las restricciones.
Rechazo frontal de oposición y población
Y ahí entra su propuesta para los vehículos a motor: “Se aplicarán medidas restrictivas que resultan difíciles de comunicar a la ciudadanía, como la prohibición total e indefinida de conducir los sábados y domingos”, asegura el ministro. Una medida que, como era de esperar, ha generado un frontal rechazo en los partidos de la oposición, pero también en la población general, que no concibe no poder usar su coche precisamente en los días libres en los que puede realizar escapadas y salir de su entorno habitual. Además, hay mucha gente que se desplaza de lunes a viernes en transporte público al trabajo y no ven justo que se les prive de utilizar su vehículo los fines de semana.
Incluso se ha llegado al punto de que hay organizaciones defensoras del medio ambiente que no ven con buenos ojos esa medida porque no les parece factible, y plantean, por ejemplo, limitar la velocidad máxima en las autopistas para así reducir la contaminación.