Si algo está demostrando Javi Calleja en este inicio de temporada, es que no apuesta todo a una sola mano. Aunque poco a poco se va dilucidando quiénes son sus favoritos, el técnico madrileño no se cansa de probar alternativas en busca de la mejor versión del Deportivo Alavés, que respira con más tranquilidad, al igual que el preparador babazorro, tras la importante victoria conseguida ayer ante el Cádiz.
Allí, en el Nuevo Mirandilla, el entrenador albiazul ofreció un nuevo cambio de sistema. Al contrario que en las últimas jornadas, el Glorioso saltó al césped con un centro del campo más poblado de lo normal. En esta ocasión, los habituales Toni Moya y Loum, quienes, de momento, parecen tener su puesto fijo en el once, estuvieron acompañados por Manu García, al que no se le veía en la alineación inicial desde la derrota contra el Espanyol en el RCDE Stadium.
Sin embargo, pese a que el futbolista asturiano pudo al fin sumar minutos en su posición predilecta -o al menos en una que se le asemeja-, su participación en el juego no fue la esperada. En concreto, el ovetense fue, junto a Luis Rioja, el jugador titular que menos veces tuvo el balón del Glorioso con 27 toques en 56 minutos. Un registró que terminó liderado por Joselu con 63.
Además, Calleja mantuvo ese esquema (4-1-4-1 o 4-2-3-1) a lo largo de todo el encuentro. En la segunda mitad, Pere Pons reapareció para sustituir a Manu; y Pina dio descanso a Toni Moya para no realizar variaciones en el dibujo. Ahora bien, también es cierto que, según avanzaba el partido, la colocación de Loum se iba retrasando poco a poco hasta el punto de, incluso, jugar de tercer central como refuerzo para Laguardia y Miazga cuando el Cádiz avasallaba el área albiazul.
No obstante, los cambios únicamente se están dando en las líneas ofensivas del equipo. Pese a que Lejeune ya está recuperado y aparece en las convocatorias, la zaga del Alavés se mantiene invariable. En los laterales, Rubén Duarte y Ximo Navarro son indiscutibles por falta de competencia real, aunque ambos han mejorado en las últimas semanas, y el núcleo de la defensa está bien sujetado por el central estadounidense y, sobre todo, el káiser.
Por tanto, el técnico madrileño parece haber encontrado en estos cuatro hombres a su guardia pretoriana capaz de cortar la sangría de goles en contra que preocupaba hace no demasiado tiempo. La mejoría, en este aspecto, ha sido evidente y, de nuevo, lo demuestran los datos, pues las únicas dos veces en las que el Glorioso ha logrado dejar su portería a cero, ha sido con ellos -y Martín- sobre el césped.