El Deportivo Alavés ha salido a la palestra para intentar arrojar la luz sobre su situación económica tras el cierre del mercado de fichajes estival y explicar la utilización que ha hecho de la inyección económica que ha supuesto la entrada en escena del fondo de inversión CVC.

En este sentido, el presidente Alfonso Fernández de Trocóniz ha explicado que a la entidad del Paseo de Cervantes le corresponde, gracias al acuerdo suscrito por LaLiga, un total de 71,1 millones de euros, de los que únicamente el 15% puede destinarse al gasto de la primera plantilla.

Esto supone un total de 10,6 millones de euros que pueden invertirse a lo largo de las tres próximas campañas. Pues bien, la entidad albiazul ha invertido ya en la recién concluida ventana prácticamente el 75% de esta cantidad. Concretamente "7,9 millones de euros", según desveló el máximo responsable del Glorioso.

Esta importante inyección económica ha permitido a la escuadra albiazul cuadrar unos números que ofrecían importantes dudas antes del inicio del verano. Porque según la propia información facilitada por el club, este partía excediendo el límite salarial en nada menos que 9,3 millones de euros debido a las pérdidas de cursos pasados y a penalizaciones por sobrepasar el gasto permitido como consecuencia de la reducción de ingresos derivada de la pandemia. Una situación que se ha corregido, entre otras cosas, con la salida de algunos jugadores de la plantilla esta pretemporada y la política de incorporaciones.

Como consecuencia, el gasto deportivo del Alavés en su actual primera plantilla es de 38, 8 millones de euros, casi tres por debajo del límite salarial que estima que le adjudicará LaLiga. Se guarda, por lo tanto, un pequeño margen de seguridad para lo que pueda necesitar a lo largo del ejercicio.

Una política que también ha seguido con el dinero aportado por el fondo CVC, del que mantiene sin gastar algo menos de tres millones. Este dinero llovido del cielo, en cualquier caso, no puede utilizarse a la ligera. Según el acuerdo suscrito por LaLiga, los clubes tienen tres temporadas para gastar el 15% del total que reciben que pueden destinar a gasto deportivo pero, a partir del verano de 2024, disponen de cinco campañas para devolver ese dinero.

En realidad la devolución no es efectiva, porque los clubes tienen que entregar ese dinero a LaLiga que, a su vez, lo redistribuye de nuevo entre sus integrantes. No obstante, estas operaciones sí tienen un efecto más importante en las cuentas del club. Al tratarse de un préstamo participativo, al cero por ciento de interés, se genera un problema contable.

"No se considera ingreso a cuenta de resultados, lo que supone una pérdida de explotación del club. Por lo tanto, los clubes tenemos que equilibrar las cuentas con otras partidas y, si no, supone pérdidas, lo que disminuye los fondos propios y afecta a límite salarial del año que viene", desveló Fernández de Trocóniz para explicar la "complicación" del uso de estos fondos.

Aunque existen diferentes fórmulas, la más sencilla para llevar a cabo esta operación contable sería a través de un traspaso. Los términos del acuerdo establecen que en cada uno de esos años los clubes deben devolver como mínimo un 10% del dinero gastado con la salvedad de que en los dos últimos no puede quedar pendiente más del 60% y sin límite para acelerar el pago en menos plazo.