- No es ningún secreto que el Athletic Club, rival esta tarde del Deportivo Alavés, cuenta con una de las zagas más sólidas de Primera División. El conjunto rojiblanco compensa sus dificultades para meter gol con una defensa experimentada y físicamente muy poderosa. Los tres centrales, Yeray Álvarez, Iñigo Martínez y Unai Núñez, han formado parte de la selección española, mientras que De Marcos, Capa y Yuri son una garantía para los laterales. Si a ese muro se le suma la presencia del portero titular del combinado nacional, el resultado es una línea de contención solo al alcance de los mejores equipos de la competición. Sin embargo, el guardameta de Murgia no está viviendo su mejor año bajo los palos, y sus inseguridades están costándole al Athletic muchos puntos.
No es la primera vez que el joven portero del Athletic está cuestionado, ya que en la Eurocopa sub-21 de 2019, un error contra Italia en el primer partido de la fase de grupos provocó que Luis de la Fuente lo relegara al banquillo y apostara por el albiazul Antonio Sivera, alegando que veía excesivamente nervioso al portero del Athletic. El de Murgia despejó cualquier duda acerca de su rendimiento la pasada temporada con el Athletic, mostrándose muy fiable y terminando entre los menos goleados de Primera División. Sus espectaculares intervenciones y consistencia le sirvieron para dar el salto a la selección absoluta e incluso ganarle la partida a David de Gea y a Kepa, a quien suplió en la portería de San Mamés.
Cuando parecía haber dejado atrás al fin a sus fantasmas, esta campaña ha vuelto a dar muestras de nerviosismo. Sus recientes errores lo han vuelto a poner en el foco de las críticas y llega al derbi entre el Athletic y el Alavés con la confianza mermada. El pasado 31 de marzo, una errática salida contra Kosovo le costó a España un gol en contra, que, aunque no fue determinante para el resultado, tuvo mucha repercusión mediática. El jugador rojiblanco salió fuera del área y, en vez de despejar, intentó controlar el balón, se le fue largo y terminó regalándolo en el centro del campo por ir a la disputa con demasiada tibieza. El balón se lo quedó Halimi para marcar a puerta vacía. Una semana después, el pasado miércoles en el derbi contra la Real Sociedad, impidió a su equipo quitarse la espina de perder la final de Copa con un error garrafal en el minuto 89. Un centro de Roberto López se envenenó y Simón, después de que Núñez le dijera que el balón iba fuera, apartó las manos y el esférico se coló por la escuadra, suponiendo el empate a uno.
Las cantadas contra Kosovo y la Real Sociedad han sido las más recientes, pero no han sido las únicas esta temporada. En la novena jornada de liga, al Athletic se le escapó la victoria en el José Zorrilla por culpa de dos errores del alavés de 23 años. A los 20 minutos de partido, Simón midió mal en una salida y se llevó por delante a Marcos André, provocando el penalti y el posterior gol de Orellana. Su incidencia en el resultado no terminó ahí, ya que en el segundo tanto vallisoletano estuvo poco contundente en el rechace y puso el gol en bandeja a Marcos André.
Los errores en las paradas son raros en el internacional absoluto, pero sí son algo más habituales los fallos en el juego de pies y en las salidas, donde suele tener problemas a la hora de medir las distancias. En la 13ª jornada de liga, por ejemplo, no acertó a despejar un centro lateral y Manu Vallejo remató solo en el segundo palo para empatar a dos un partido que el Athletic tenía encarrilado en el minuto 83. El pasado mes de enero, en el partido aplazado entre Athletic y Barcelona, Simón volvió a complicarse la vida en un centro que le pasó por encima. De Jong evitó que saliera por línea de fondo y Pedri empujó el cuero al fondo de las mallas con la portería vacía. Ese fue el 1-1 y, poco después, el de Murgia se quedó a media salida cuando Pedri estaba bien marcado, lo que permitió que devolviera el balón a Leo Messi, que no desaprovechó el enorme hueco dejado por el portero para poner el 1-2 con un pase a la red.
Por último, cabe destacar también otro contratiempo en la derrota por 0-2 contra el Celta en la 12ª jornada de liga. En aquella ocasión, con 0-1 en el electrónico, el meta alavés entregó directamente el balón a Brais Méndez en un saque con la mano mal dirigido y el gallego le sirvió rápidamente el gol a Iago Aspas, acabando con cualquier esperanza de remontada por parte de los vizcaínos. Su error no costó puntos, pero sumando los anteriores el Athletic ha perdido alrededor de una decena a lo largo de la temporada, que le servirían en estos momentos para estar peleando por la Europa League. Eso sí, el guardameta ha compensado sus errores con intervenciones salvadoras en otros encuentros. Es una incógnita si hoy se vestirá de santo o los nervios le volverán a jugar una mala pasada. Por si acaso, el Alavés deberá estar pendiente de los rechaces o posibles errores en los balones colgados al área.
El de Murgia ya pasó por un mal momento en verano de 2019, cuando fue relegado a la suplencia por Luis de la Fuente en el Europeo sub-21