El Deportivo Alavés se encuentra todavía a mitad de curso pero esta noche se enfrenta a lo que sin ninguna duda puede considerarse un examen clave. Porque pese a las numerosas pruebas que todavía se encontrará en el camino hasta que alcance -ojalá que con éxito- el momento de su graduación, la de esta noche frente al Valladolid puede marcar significativamente su futuro.

Se trata de un pulso contra un adversario directo en la cruenta pelea por la salvación y, en consecuencia, los puntos en liza adquieren un valor doble. Más todavía teniendo en cuenta que el conjunto castellano es uno de los pocos integrantes de la zona baja de la tabla a los que El Glorioso venció en la primera vuelta por lo que, si no cae derrotado esta noche por más de un gol de diferencia, se asegurará quedar por encima suyo en caso de empate a puntos al final de la temporada.

Pero más allá de las cuestiones numéricas, el choque contra el Valladolid es trascendental porque debería convertirse en el siguiente peldaño del proceso de reconstrucción albiazul. Tras haber encadenado cuatro derrotas en sus anteriores compromisos ligueros, el Alavés consiguió el pasado fin de semana en Getafe romper esta pésima racha. Con el pragmatismo y la seguridad defensiva por bandera Abelardo logró por fin el primer punto desde que regresó al banquillo albiazul. Una cosecha más que necesaria pero que solo se convertirá en realmente valiosa si hoy se le suma la victoria frente al Valladolid.

Lucas Pérez lanzó un penalti a la madera en el duelo de ida en Pucela. EFE

La escuadra vitoriana necesita reencontrarse de inmediato con las sensaciones positivas y el camino más rápido para ello es volver a ganar. Algo que no hace en Liga desde que el lejano 23 de diciembre se impuso al Eibar en el derbi. Demasiado tiempo para un grupo que se fue adentrando sin remisión en un pozo cada vez más profundo.

Las tablas firmadas en el Coliseum fueron el primer torniquete de emergencia para esta grave hemorragia pero resulta imprescindible conseguir cuanto antes puntos con los que comenzar a suturar las graves heridas albiazules. Para lo que la visita del Valladolid a Mendizorroza se presenta como una ocasión que no se debe dejar pasar de largo. Los pucelanos solo cuentan con un punto más que El Glorioso en su casillero y vencerlos supondría dejarlos atrás en la tabla y disfrutar de un valiosísimo balón de oxígeno para encarar el futuro.

Para intentar conseguirlo Abelardo contará con el refuerzo de los últimos fichajes albiazules -Pellistri e Iñigo Córdoba- y la recuperación de Lucas Pérez y Edgar, que se perdieron la visita a Getafe por lesión y sanción respectivamente.

'TOCADOS': LAGUARDIA SE PROBARÁ HOY

Lucas, recuperado. La última sesión de trabajo desarrollada ayer en Ibaia ofreció motivos para la esperanza respecto a la evolución de los jugadores que arrastran molestias. Según confirmó el propio Abelardo a la conclusión de la misma Lucas Pérez está ya totalmente recuperado del golpe en el pie que recibió el pasado fin de semana y Víctor Laguardia cuenta también con opciones de poder ser de la partida esta noche. El central aragonés se perdió el duelo de la anterior jornada contra el Getafe por unas molestias en el aductor. Desde entonces ha trabajado en solitario pero su evolución está siendo muy positiva. En este sentido el preparador albiazul desveló que el defensa realizará hoy mismo una última prueba para determinar si está en condiciones de saltar al césped. El asturiano también confirmó que tanto Facundo Pellistri como Iñigo Córdoba, los dos fichajes albiazules en el mercado de invierno, pueden entrar en la convocatoria.