- Cuando un paciente presenta una hemorragia grave, el primer tratamiento de urgencia que deben administrarle los médicos para intentar lograr su recuperación es detener de inmediato esa pérdida de sangre. De lo contrario, el desenlace fatal resulta casi inevitable. Y esa era la preocupante amenaza que pesaba sobre el Deportivo Alavés en el arranque de la competición. Jornada tras jornada, el conjunto vitoriano se desangraba por las múltiples heridas abiertas en su retaguardia. Una debilidad que sus adversarios no dudaban en aprovechar para llevar el balón hasta el fondo de la red albiazul. Sin embargo, el cuadro clínico del Glorioso ha ido mejorando significativamente en las últimas semanas debido, sobre todo, a que el Gloriosogalenoque comienza a ofrecer resultados.
De esta manera, el caudal de sangre que se escapa se ha reducido significativamente permitiendo al enfermo Solo es necesario dar un pequeño repaso a la casi siempre útil estadística para certificar objetivamente esta sensación.
En las cuatro primeras jornadas del campeonato, el Deportivo Alavés encajó nada menos que seis goles. Uno ante el Betis, dos en Granada y tres en Villarreal. Únicamente en el duelo disputado con el Getafe en Mendizorroza pudo acabar los noventa minutos reglamentarios con su portería inmaculada, lo que le sirvió para conquistar el solitario punto que subió a su casillero particular en este período, ya que las otras tres comparecencias se saldaron con derrotas.
Un balance nada sorprendente teniendo en cuenta la extrema fragilidad defensiva mostrada por el combinado del Paseo de Cervantes. Un problema que ya se intuía desde la pretemporada, cuando el conjunto gasteiztarra encajó dos tantos en cada uno de los cuatro compromisos que disputó. Tantos en esos choques como en los iniciales de la competición oficial, los rivales apenas debían esforzarse para crear peligro sobre la meta vitoriana, ya que en muchos casos las ocasiones llegaban tras graves errores propios.
Afortunadamente, el paso del tiempo ha servido para que la maquinaria albiazul se vaya engrasando progresivamente y el funcionamiento actual de su entramado defensivo poco o nada tiene que ver con el de semanas atrás. Una vez más, los datos lo confirman sin discusión. Porque en las cuatro últimas jornadas de Liga Fernando Pacheco solamente ha tenido que sacar la pelota de su portería en tres ocasiones.
Exactamente la mitad de las veces que tuvo que hacerlo previamente en el mismo período de tiempo. En este segundo tramo de la temporada que se ha completado hasta el momento, El Glorioso se ha medido a Athletic, Elche, Valladolid y Barcelona. Rojiblancos y pucelanos fueron incapaces de perforar el arco albiazul, lo que se tradujo en las dos victorias (1-0 y 0-2 respectivamente) que aparecen en su casillero. El todopoderoso Barcelona, por su parte, sí marcó un gol pero lo hizo ante un rival en inferioridad ante el que fue incapaz de darle la vuelta al marcador y tuvo que conformarse con el empate a uno final. Una cita la del pasado fin de semana en la que el conjunto de Machín ofreció toda una exhibición de trabajo defensivo colectivo y acierto individual, con mención especial para la espectacular labor de Pacheco.
Solo en el partido contra el recién ascendido Elche del sexto capítulo del campeonato el Deportivo Alavés recayó en los errores de su pasado reciente. En una actuación deficiente en todos los aspectos, el equipo volvió a exhibir la fragilidad por la que tan elevado peaje había pagado con anterioridad y no tuvo más remedio que hacer frente a otra costosa factura. Un 0-2 que, por el momento, supone el último tropiezo albiazul del curso. Un fiasco que convendría que se quedara en un mero accidente dentro del proceso de fortificación defensiva que debe seguir completando el equipo.
Un camino que la escuadra de Mendizorroza tiene que proseguir en su visita de este domingo al Levante. Tras los resultados positivos de las dos últimas jornadas, puntuar en el Ciudad de Valencia supondría un gran impulso moral para El Glorioso además, claro está, de asestar un golpe a un rival directo por la permanencia y alcanzar el parón por los compromisos de las selecciones subido en la ola buena. Para ello, el nuevo candado albiazul debe seguir cerrándose.
Mal arranque. En las cuatro primeras jornadas del campeonato, el Deportivo Alavés encajó seis goles (uno ante el Betis, dos frente al Granada y cuatro contra el Villarreal). Solo en el duelo ante el Getafe fue capaz de mantener su portería a cero, lo que le valió su único punto en este período.
Reacción. A partir del quinto capítulo liguero, sin embargo, el combinado de Pablo Machín comenzó a funcionar mucho mejor a nivel defensivo. De esta manera, en los cuatro encuentros siguientes redujo a la mitad el número de tantos recibidos. Athletic y Valladolid no pudieron batir a Pacheco mientras que el Barcelona solo lo hizo en una ocasión (1-1) y el Elche en dos (0-2) para rubricar el único borrón albiazul en este tramo.
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Paradas ha firmado hasta el momento Fernando Pacheco. Al margen de la subida de nivel defensivo de todo el equipo, buena parte de la mejora del rendimiento del Alavés en este aspecto hay que buscarlo en la respuesta de su portero cuando los rivales logran romper la tela de araña que le protege. El pacense ha vuelto a mostrar su calidad, brillando especialmente en el duelo ante el Barça.