- Los cierres del mercado no coinciden nunca en España con el arranque de una nueva temporada y ese dislate temporal se verá incrementado incluso aún más en esta ocasión por los cambios de fechas provocados por la tardía resolución de la pasada campaña. Si normalmente el zoco veraniego se mantiene abierto durante un par de semanas cuando el curso ya ha empezado y suelen ser tres jornadas las que se juegan con las plantillas aún sin completar, en esta ocasión serán más de tres semanas con los equipos aún cerrándose y se verán afectados los cinco primeros partidos ligueros hasta que se eche el cierre al mercado el próximo lunes 5 de octubre.
Tiempo todavía que tiene que aprovechar un Deportivo Alavés que solo ha cerrado dos contrataciones hasta el momento con las llegadas de Deyverson y Rodrigo Battaglia y que ya ha evidenciado necesidades muy claras en algunas zonas en las que precisa de jugadores que se conviertan en referentes, además de ganar un fondo de armario que se antoja fundamental de cara a una temporada que será muy extraña en ese sentido.
Tras reforzar el centro del campo con un pivote y la delantera con otro punta, la dirección deportiva alavesista sigue trabajando con los mismos objetivos que tiene desde hace semanas, que en algunos casos se han hecho más acuciantes después de ver el rendimiento del equipo en la fase de preparación.
Dentro del sistema de tres centrales que utiliza Pablo Machín, es necesaria la llegada de un jugador más de garantías. La confianza principal está depositada sobre Víctor Laguardia, Rodrigo Ely, Rubén Duarte y un Ximo Navarro que ha tenido problemas físicos en la pretemporada, pero se necesita todavía un quinto hombre de peso. A partir de ahí, y teniendo en cuenta la necesidad de alargar las plantillas, habría que ver si entre Tachi y Adrián Diéguez se juegan una plaza, que sería lo más normal, o se opta por dar continuidad a los dos defensas madrileños.
Los carrileros son fundamentales para Machín y, de momento, parece haber encontrado un jugador de garantías en la derecha con la figura de Edgar Méndez, quien secundado por Martín Aguirregabiria podría cubrir esa posición si se apuesta por volcar en otras zonas los esfuerzos en las contrataciones. Por ejemplo, mucho más claro es que en el costado izquierdo hace falta un futbolista de peso, pues Luis Rioja ya evidenció la pasada campaña sus carencias y Javi López no tiene todavía el cuajo necesario.
De la misma manera, en el centro del campo todavía hace falta sumar alguna pieza más que venga a complementar a los Battaglia, Tomás Pina y Pere Pons, a un Manu García en fase de recuperación y a algún joven, caso de Mahmoud Abdallahi, que seguramente tendrá espacio en el equipo. Se precisa otro medio más que aporte calidad con el balón y llegada desde la segunda línea, con el ataque ya mucho más definido.