- Si la semana pasada las primeras del Deportivo Alavés en volver a pisar Ibaia fueron las Gloriosas, el lunes le llegó el turno al filial albiazul, que por segunda campaña consecutiva militará en Segunda División B. Tras un curso que se quedó a medias por la crisis del coronavirus que condujo a la suspensión de la competición excepto para los clubes que finalmente han peleado por el ascenso a Segunda División, el segundo equipo alavesista, a pesar de ser un novato en la categoría, había recorrido ya buena parte del camino hacia la permanencia cuando llegó el parón. Con muchas caras nuevas y la juventud por bandera, el equipo, que estará de nuevo en manos de un técnico experimentado tanto en Ibaia como en Segunda B como Iñaki Alonso, inició el lunes los entrenamientos para comenzar a preparar la temporada 2020-21, que será completamente novedosa en la categoría al contar con un centenar de equipos y suponer la antesala de una auténtica revolución en el fútbol estatal.
“Hay muchas ganas e ilusión de volver al césped. Los chicos están un poquito ansiosos por recuperar sensaciones de fútbol después de casi cinco meses y nos hemos encontrado muy a gusto. La primera sesión ha sido para observar, conocer todas las medidas de seguridad y el protocolo de cuidados y el nerviosismo bueno de reencontrarte con el balón”, explicó ayer el preparador de Durango, tras haber completado las dos primeras sesiones de trabajo en la ciudad deportiva de Ibaia.
Por el momento, Alexandriu Tirlea, Toni Frau, Abdelkabir Abqar, Sergio García y Jaouad Erraji suponen las cinco caras nuevas de cara al proyecto venidero, al que también se han sumado futbolistas que regresan del San Ignacio y otros, como Alan Godoy, que ascienden de las categorías inferiores. Un equipo muy renovado y joven que tendrá que adaptarse a una categoría que este año será incluso más exigente que de costumbre.
“Va a ser una temporada muy exigente. Nos va a tocar adaptarnos a esta nueva manera de entrenar y también a una competición como la Segunda B que es muy exigente. El grupo es mucho más joven que el año pasado, pero no exento de calidad y ambición para conseguir los objetivos a nivel individual y colectivo”, destacó Iñaki Alonso.
El cambio del sistema de competición provocará un auténtico galimatías, pues habrá ascensos a Segunda División y la nueva Segunda División Pro que se creará la temporada próxima, otro grupo que peleará por la permanencia en una Segunda B que pasará a ser la cuarta categoría y otros que acabarán descendiendo a Tercera División, que se convertirá en el quinto escalón del fútbol estatal.
El objetivo del filial alavesista será mantenerse como mínimo en Segunda B y no caer a una Tercera que será un auténtico pozo, aunque tratará de pelear por colarse en la novedosa Segunda Pro para tener un escaparate mejor.