- Si se atiende a lo que de momento está sucediendo en la Bundesliga, la gran diferencia provocada por la ausencia de público en las gradas como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus es la pérdida de importancia del factor campo. Tradicionalmente jugar como local se ha considerado un elemento importante del que se beneficiaba el equipo de casa, apoyado por las gargantas de sus aficionados durante los noventa minutos y respaldado por un ambiente que remaba a su favor. Sin embargo esa tendencia parece haberse roto en la máxima categoría del país germano durante las primeras jornadas posteriores al confinamiento, donde hasta la fecha solo la séptima parte de los duelos terminaron con triunfo del anfitrión.

A la espera de lo que pueda acontecer en España cuando el balón vuelva a rodar, antes del parón competitivo el Barcelona era el que más beneficio sacaba de jugar ante los suyos pues no conocía la derrota, sumando trece victorias y un empate en catorce citas para acumular cuarenta puntos. Los azulgrana eran seguidos por el Real Madrid, quien acumulaba 31 puntos de 39 posibles tras ceder cuatro empates. Junto a ellos el único conjunto que no sabía lo que era ser doblegado en su feudo era el Valencia, quien atesoró ocho victorias y seis empates.

En lo que respecta a la parte baja, los que ocupaban los últimos puestos eran también quienes menos rédito le habían sacado al factor cancha. Espanyol y Leganés, último y penúltimo de la tabla respectivamente, lo eran también en este apartado siendo especialmente preocupante lo de un cuadro catalán que solo se había impuesto al rival una vez en Cornellá. Resultaba además llamativo el caso del Sevilla, tercer clasificado en la general pero duodécimo con menos puntos logrados en su territorio junto al Alavés con veintitrés. O el del Mallorca, quien alcanzó 20 de sus 25 puntos en Son Moix.