Vitoria - En una plantilla como la del Deportivo Alavés que no va sobrada de efectivos en el ataque cada baja pesa una inmensidad. Una sensación que se incrementa todavía más cuando quien faltará el próximo domingo es un jugador imprescindible para Asier Garitano como Joselu. Más allá de su innegable peso, el hispano-alemán es, además, uno de los dos únicos delanteros con los que cuenta El Glorioso esta temporada. Si en el último partido contra el Valencia el preparador de Bergara tuvo que hacer encaje de bolillos para suplir las bajas de Aleix Vidal y Oliver Burke, no menos complicada se presenta la solución para encontrar un acompañante a un Lucas Pérez que será el único punta puro en la trascendental visita al Espanyol, en la que el cuadro vitoriano puede dejar ya finiquitada la permanencia.

Con una plantilla que ya en verano se quedó escasa de arietes con solo tres y reducida aún más tras la marcha de John Guidetti en el mercado invernal, al menos el Alavés ha tenido cierta fortuna con sus dos referentes. Y es que, aparte de su espectacular rendimiento, la pareja de gallegos apenas ha tenido inconvenientes para disputar todos los partidos. El del domingo será el primero en el que Joselu no estará disponible, en este caso por sanción, mientras que Lucas Pérez se perdió la visita al Sevilla al arrastrar molestias musculares.

Hasta la fecha, el delantero de Silleda había estado disponible en todos los partidos y solo se quedó sin jugar en la visita a la Real Sociedad, en la que se quedó en el banquillo por las rotaciones y al final no pisó el césped de Anoeta al quedar el derbi resuelto desde muy pronto. Además, también participó en el choque copero contra el Jaén. Con 26 partidos disputados en el global del curso (solo le iguala Lucas), es el tercer jugador con más minutos (2.059 en Liga y 90 más en Copa) y hasta la fecha el único que había estado citado en todos los compromisos (27), partiendo en el once inicial en 23 de ellos, los últimos ocho de forma consecutiva. Solo Rubén Duarte y Fernando Pacheco, los que más juegan en este Alavés, superan estos registros tan llamativos.

Más allá de las cuestiones numéricas, la ausencia del nueve de referencia exige un cambio de nombres y de estilo. No en vano, Joselu es el encargado de pelear todos los balones por arriba y de su capacidad para descargar esos envíos y conectar con sus compañeros, además de su facilidad para alcanzar posiciones de remate, depende gran parte del ataque albiazul. Porque aunque a veces su trabajo.

Camarasa, solución viable Que Lucas Pérez será el punta es evidente y habrá que ver por dónde tira Garitano en la búsqueda de un relevo. La opción de Vidal como enganche sería interesante si en los extremos tuviese el técnico alavesista relevos de garantías de los que carece, pues el banquillo se quedaría entonces escaso de variantes. Basta recordar que el pasado viernes el entrenador guipuzcoano hubo de recurrir a un Edgar Méndez que parece ir asentándose en sus planes con su segunda titularidad consecutiva y a un Luis Rioja que partió en el once inicial tras cuatro jornadas sin ni siquiera ser convocado, dejando su sitio ya arrancada la segunda parte a Borja Sainz.

Así, parece el momento apropiado para de nuevo adelantar sobre el césped unos cuantos metros la posición de Víctor Camarasa, que conoce muy bien esa demarcación y permitiría reforzar el plano físico en un partido que se prevé de mucha labor de zapa. El valenciano conoce a la perfección esa posición y ofrece un juego de ida y vuelta, con capacidad para ayudar en el centro del campo -en este sentido, habrá que ver cómo se encuentra Ljubomir Fejsa después de haber- y también aportación desde la segunda línea. En todo caso, de nuevo las opciones desde el banquillo serán muy limitadas.

Una nueva prueba de fuego para Garitano, que tendrá que cuadrar el círculo para gestionar la escasez de piezas que tiene en un ataque en la que la ausencia de Joselu le deja con Lucas Pérez como único delantero puro disponible.