Vitoria - La estadística demuestra que todos los encuentros de la liga reparten tres puntos pero la experiencia y las sensaciones confirman temporada tras temporada que hay algunos encuentros que, en realidad, valen bastante más. Y esos intangibles estarán muy presentes esta noche en el estadio de Mendizorroza en el derbi entre el Deportivo Alavés y el Eibar que pone en juego un premio que puede llegar a ascender hasta los siete puntos virtuales.

Una enorme recompensa que, evidentemente, es el gran objetivo con el que afronta la escuadra albiazul la visita de su vecino. Porque a estas alturas del curso no hay la más mínima duda de que gasteiztarras y armeros son adversarios directos en la encarnizada lucha por asegurarse la presencia un año más en la Primera División. Pero es que, además, ambos conjuntos se presentan en esta cita con un expediente prácticamente idéntico, por lo que el desenlace del partido de esta noche tendrá una incidencia aún más significativa de cara al futuro.

De esta manera si El Glorioso es capaz de conseguir esta noche la victoria subirá a su casillero los tres puntos que concede la normativa de la competición pero, al mismo tiempo, evitará que un rival directo sume positivo alguno y se garantizará que en el caso de empate al final del ejercicio siempre estará por encima del Eibar. Es decir, siete puntos virtuales que supondrían un valiosísimo balón de oxígeno para el tramo definitivo de la temporada.

En el ámbito estrictamente deportivo, Garitano recupera a Rodrigo Ely, Lucas Pérez y Aleix Vidal, que se perdieron la visita de la pasada jornada a Sevilla por sanción, lesión y la cláusula del miedo respectivamente. Todo apunta a que los tres regresarán al once titular y junto a ellos previsiblemente también se mantendrá el serbio Fejsa, que debutó como albiazul en el Sánchez Pizjuán completando una buena actuación. Quien a priori deberá esperar su oportunidad en el banquillo es Edgar Méndez, el último en incorporarse al plantel vitoriano.

Tras arrancar la segunda vuelta del campeonato con buenas sensaciones a domicilio, El Glorioso necesita superar ahora la asignatura pendiente en la que se han convertido últimamente sus comparecencias en casa.